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── ¡Te extrañé muchísimo! ── Dijo Montserrat mientras abrazaba el delgado cuerpo de su hermana mayor ── No tengo con quien discutir, ni pelear, tampoco con quien quejarme sobre lo horrible que es la escuela, me siento sola y abandonada, mamá no me cocina tan rico como tú y extrañó las partidas de Skywars ── Lili sonrió ampliamente y acarició el cabello de su hermana.
── Monse ── Lili miró a la menor ── Nos vimos hace unos dias atrás. No ha pasado mucho tiempo.
──¿Y eso que?. Igual te extraño mucho ── Montserrat abrazó a su hermana otra vez y colocó su mentón en el hombro de la mayor── Te voy a secuestrar para que no vuelvas con el Roier.
── Oye no le digas esas cosas a tu hermana ── Regañó Támara una vez llegó a la sala de estar en donde se encontraban sus hijas ── Se escucha feo hija.
── Hola mamá ── Saludó Lili con una sonrisa amplia, Montserrat se separó de la mayor para que esta pudiera abrazar a su progenitora ── ¿Cómo estás?
── Mucho mejor ahora que estas aquí ── Támara besó la cabellera de la castaña ── Me alegra que hayas venido hoy.
── Aproveche de que Aldo y Mariana estarán con Roier para asi poder venir ── Explicó la castaña ── No me gusta dejarlo solo porque puede pasar cualquier accidente. Apesar de que usa muletas y ya es más independiente, no me confío del todo.
── No deberías confiar en Aldo y Mariana ── Intervino Montserrat ── Esos lo van a matar o le rompen la otra pierna.
Lili miró a su hermana con una pequeña sonrisa ── ¿No tienes tarea?
── Si tengo, pero es más grande la flojera y las ganas de oir todo el chisme ── Encogió sus hombros ── Continua reina, te escuchamos.
── La cuestión es que estoy aquí, podremos pasar tiempo en familia y te ayudaré con el tema de las galletas ── Dijo Lili con una sonrisa.
── ¿Qué galletas? ── Cuestionó Támara con confusión. Montserrat abrió los ojos de golpe, no podía arruinarse el plan, no justo ese día.
── Me dijiste que querías que te enseñará hacer galletas ── Comentó Lili ── Para llevarle a tus compañeros de trabajo.
Támara miró de reojo a Montserrat y está le hizo señas con la cabeza ── Oh, es verdad ── Soltó una ligera risa nerviosa, por poco tiraba todo a la basura ── Lo había olvidado. Es que con el trabajo y Montserrat que me saca de mis casillas, se me olvidan las cosas.
── Me siento ofendida ── Dijo Montserrat ── Yo no te saco de tus casillas.
── Si lo haces ── Respondió Lili ── La asustas cuando sale del baño, le pones talco a su secadora, le haces bromas, tomas su tarjeta de credito sin su permiso y vas a la tienda a fiar que no pagas al final ── Montserrat abrió la boca para protestar y después la cerró de golpe, todo aquello era cierto, quiza si sacaba un poquito de sus casillas a su mamá ── ¿Lo vez?
