006- 𝖑𝖆 𝖛𝖊𝖗𝖉𝖆𝖉

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Olivia




Habían pasado dos días desde aquel pelea. Y solo pude sacar dos conclusiones al respecto:

1- Pablo se enojaba por algo que pasó entre ellos y una chica, era obvio.

2- A Joao le valía una mierda Pablo y siempre lo provocaba, haciendo que terminen peor.

Y ambos me irritan tanto que decidí alejarme de ellos hasta que ellos mismos arreglen las cosas. Cosa que aún no ha pasado y aún no he hablado con ninguno, bueno, excepto con Pedri. Me había contado sobre una tal... ¿Eva? Ah si, que se habían conocido ese día en la fiesta y al día siguiente fue a su casa... Básicamente la chica le gritó pero luego se calmo. Me recordó a cierto castaño.

Joder, lo extrañaba.

Si, Al igual que al otro.

—Y... ¿Cómo han estado las cosas sobre eso?

Mire inconsciente mi malteada y suspiré cansada, removí la pajilla pensando. Hasta que deje de moverla y levanté la cabeza, Pedri me miraba confundido.

—La verdad, todo es una mierda.

—Lo se, la vida lo es, Liv.

Hubo una forma en la que dijo mi nombre, algo... Raro.

—Vale— deje de apretar la pajilla y cruce mis brazos, dejándome caer en la silla, mirándolo con una ceja enarcada —. Has estado muuuy raro, ¿Que pasa?

Esta vez, fue su turno de removerse en su lugar, intentando apartar la mirada. Luego de unos segundos, devolvió la mirada hacia delante pero, no a mi directamente.

Estaba por hablar cuando cerró la boca y negó con la cabeza.

—Nada, es una estupidez.

—Yo te cuento mis estupideces, cuenta ya—Volví a insistir está vez, Pedri la miro.

—¿Eva?

—Ah, eso no me...

—¿Pedri...?

Me gire y Vi a una chica bajita, ojos castaños y pelo medio café- negro. Su ropa era simple, una polera normal y corriente y unos vaqueros. Espera... ¿Ella era Eva? ¿ELLA?

volví a mirar a Pedri, quien parecía... ¿Preocupado?

Se levantó y dió la vuelta a la mesa, para quedar a su lado, acaricio su brazo pero ella se removió, quitando el brazo. Me susurro algo solo para el, y ambos se alejaron un poco a conversar.

Debía distraerme por los próximos...

—¡Espera! ¿Donde vas? — me levanté, La tal Eva tenía agarrado a Pedri, estaban por irse.

—Joder liv, tengo que irme, te mando un mensaje, y deja todo a mi cuenta, adios.

Ah vale, al menos me lo va a pagar. Me despedí aún confusa por la repentina aparición de la chica y todo lo que pasó a continuación. Estaba recogiendo la malteada que había dejado, para llamar al mesero.

¿forever?//João FélixWhere stories live. Discover now