SEIS

443 49 26
                                    

Los días transcurrían con la misma rapidez que el avance de Harry con el tema de la lactancia lo hacía

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los días transcurrían con la misma rapidez que el avance de Harry con el tema de la lactancia lo hacía. Cada día notaba sus pechos hinchados, doloridos. Estaba seguro que no faltaba mucho para que pudiera alimentar a su cachorro, todavía tenía que seguir insistiendo en que él ayudara a que bajara la leche.

Pero eso lo dejaría para después.

Recorría la cocina envuelto en un abrigo que le quedaba casi cómicamente grande, o tal vez lo notaba así porque él no estaba acostumbrado a usar ropa tan floja como Louis lo hacía. Se olvidó del mundo por completo, en ese momento solo existían él y la zanahoria al vapor que estaba convirtiendo en papilla para su cachorro. Debía aceptar que preparar comida para Leonard al mismo tiempo que para él era un poco complicado, pero no pretendía recurrir a la leche de fórmula o papillas para preparar con agua como una opción de salvación.

Se había ocupado toda la mañana en alimentarse y alimentar al cachorro. Una vez Leonard durmió, aprovechó para ir a su espacio favorito. Estuvo de aquí hacia allá en su taller, dejando de lado el abrigo de Louis porque de lo contrario, lo mancharía con pintura. Y ahora, se encontraba en la habitación de invitados, donde olía a Louis, a él, y a lirios y pino, como su cachorro. Se quedó un largo rato ahí, parado frente al espejo viendo su piel de perlas casi resplandecer con la luz solar vespertina que penetraba por el tragaluz. Pero no le estaba prestando atención a cómo lucía su piel ni cómo los rizos se le iluminaban dorados y las sombras en su cara jugaban a marcar sus rasgos, no; Harry veía su abdomen.

Se dio la vuelta para poder verse el perfil en el espejo. Observó con atención lo que se le mostraba antes de tocar suavemente esa zona que ansiaba que se notara. Quería lucir una bonita barriga de embarazo y sentir a su bebé y que su alfa pudiera sentirlo también. Pero era muy pronto, o tal vez su falta de barriga tenía que ver con su altura y masa corporal. O quizás ambas cosas tenían que ver con ello.

Su gesto se tornó preocupado al realmente pensar en lo que implicaba estar embarazado: hinchazón, erupciones cutáneas, molestias en la espalda y el abdomen, estrías y cloasma¹.

¿Y si Louis no lo encontraba lindo cuando los cambios físicos del embarazo comenzaran a notarse de verdad?

Harry siempre había sido un omega halagado por su belleza. Incluso la mayoría de sus parejas anteriores se habían considerado afortunados de ser tomados en cuenta por el lindo omega.

Y bueno, él se había considerado afortunado de haber salido de ahí. Cada uno fue peor que el anterior.

Si bien él siempre era la belleza pura ante los ojos de aquellos alfas, eso no lo había protegido de recibir cientos de comentarios que lo llevaron a temer ciertas cosas.

Una de ellas era el embarazo.

Él siempre había querido cachorros, de hecho, había pensado en tener hijos del alfa con el que salió antes de conocer a Louis.

balmy autumn breeze ¡! aboWhere stories live. Discover now