Capítulo 5. La chica de la absoluta desesperación

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Haiji condujo el oso gigante por la ciudad, destruyendo todo a su paso, hasta llegar a un sitio cercano en donde se supone que la base tenía que estar debajo. Rápidamente salió y en menos de cinco minutos volvió hacia nuestra posición seguido de todos los adultos, niños, gato y robot que habían dentro.

Nosotros también nos bajamos y esperamos las órdenes del líder mientras veíamos como los niños se reencontraban.

"¡Nagisa!" Exclamaron los tres rescatados al ver a su otro amigo.

"Hola..." Respondió un poco apenado "Perdón por... Haberos tratado de traidores..."

"¡No pasa nada, hombre!" Le consoló Masaru, pasando su brazo por encima de los hombros del otro chico.

"¡Sí, Nagisa, sigues siendo nuestro amigo!" Rió Kotoko encantadoramente mientras le abrazaba.

"Uh... No sé qué decir..." Balbuceó Jataro "Pero... Ahora estás de nuestra parte y eres nuestro amigo... no estamos en tu contra, no te preocupes"

"Gracias, chicos, sois los mejores" Les sonrió genuinamente mientras se secaba unas lágrimas de felicidad que tenía en el borde de los ojos.

"Aww, qué tiernos todos" Se conmovió Zorro al mismo tiempo a la vez que se acercaba a ellos y los envolvía en un abrazo.

"¡¡Bien, escuchadme todos!!" Gritó Towa de repente, captando la atención de absolutamente todos "¡¡Hoy es el día en el que acabaremos por fin con esta pesadilla!!... ¡¡Hoy tomamos la Ciudad Towa!!"

Ante esas palabras, los adultos gritaron de valentía mientras alzaban sus armas, que eran básicamente palos y herramientas que se habían encontrado en las alcantarillas.
Nuestra reacción sobre el discurso de Haiji y la opinión de los adultos fue levemente diferente a lo que cabía esperar.

"¿Les van a hacer daño a nuestros amigos?" Preguntó Kemuri, mirándome a mí con cara de pena.

"Eso... Eso parece..." Le respondí, bastante preocupada por la integridad de los Niños Monokuma.

"Si les decimos algo, es muy probable que se pongan en nuestra contra" Habló Toko, mordiéndose la uña del pulgar.

"¿Y vosotros no le podéis decir a los niños... No sé, algo como... 'retiraos que os van a matar' o algo así?" Cuestionó el can, mirando a los cuatro niños consternados por la posible muerte de sus compañeros.

"Si acaso se lo podríamos decir a unos cuantos, pero no a todos..." Habló Shingetsu "Además, eso no serviría de nada... Les van a matar igualmente"

"¡Chicos, tengo un plan!" Intervino Shirokuma de pronto, hablando desde el suelo. Al escuchar sus palabras, Hiroko se agachó para levantar su cabeza y sostenerla en sus manos "Escuchad, a diferencia de mí, los otros Monokumas no se mueven por voluntad propia. Entonces debe de haber un dispositivo en alguna parte que les controle"

"Nosotros no sabemos dónde está, solamente lo sabía Monaca..." Suspiró Daimon apenadamente.

"¡Ah, Monaca me contó dónde estaba!" Sonrió el peliceleste después de que su amigo hablase "Bueno, claro que... No está a la vista de todos. Está en nuestro cuartel general, Towa Hills"

"Solamente lo tenéis que destruir y, con eso, los Monokumas dejará de moverse y de provocar destrucción" Se explayó un poco más la cabeza.

"Un momento... Si está en vuestro cuartel general... Eso significa que estará Monaca también, ¿no?" Toko lanzó una pregunta al aire, que rápidamente fue respondida por Zorro.

"Imagino que sí... ¿Pero qué nos va a hacer?" Repuso con chulería "Le desmontamos la silla y ya"

"También están el Sirviente y Kurokuma..." Añadió Kotoko, su voz se fue haciendo más baja a medida que hablaba.

Si yo estuviera en Danganronpa: Ultra Despair Girls [TERMINADO]Where stories live. Discover now