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—¡Jiminnie!, ¡Jiminnie!, ¡PARK JIMIN, DETENTE AHORA MISMO! —Gritó mientras corría detrás del omega de cabellos rubios.

—NO. —gritó también el mencionado. Jimin no se detendría por nada del mundo. Ya estaba cansado de ese estúpido alfa. Estaba enamorado de él, sí, pero no podía hacer nada si ese alfa se comportaba de esa forma.

Yoongi llevaba siguiéndolo como por 5 minutos. Después de que le llamase gordo en la heladería, no quería saber nada de él, pero el alfa estaba siendo insistente.

El omega comenzó a acelerar la velocidad con la que iba, pero él era Park Jimin, y por eso terminó en el suelo.

Yoongi se detuvo rápidamente al ver que el omega se había caído de panza sobre la acera, y sin pensarlo, fue en su ayuda.

—Déjame ayudarte —le dijo amablemente mientras le tendía una mano.

Jimin estaba furioso. Su orgullo acababa de ser doblemente herido, pero él no aceptaría ninguna mano de ese alfa. Prefería mil veces quedarse en el suelo a recibir ayuda del que le llamó gordo.

—No necesito su ayuda —gruñó, para luego golpear la mano que el alfa le estaba ofreciendo.

Yoongi rodó los ojos. —Vamos, no seas orgulloso. Se ve que la caída fue fuerte.

Jimin se molesto aun más. Acababa de caerse frente a su enamorado, y lo peor es que a este se le formó una sonrisa burlesca en su apetecible boca.

Se pegó una cachetada mental, aún en estas circunstancias estaba pensando en lo hermoso e idiota que era Min.

El omega suspiró fuertemente, y de un saltó se levantó. —No me dolió. —Mintió, si le había dolido, y mucho— Ahora, si me permite, me voy.

El rubio dio la vuelta seguro de sí mismo, y estuvo a punto de comenzar a caminar, pero unos brazos en la cintura detuvieron su acción.

Cuando el alfa se dio cuenta de que su oportunidad para arreglar las cosas con el omega estaban a punto de irse por un caño. Por inercia, apresó la cintura del omega con ambos brazos.

—NO, tú no te vas hasta que aclaremos las cosas.

Jimin, quien era un pervertido por naturaleza, se sonrojo furiosamente al sentir el fuerte agarre de las manos del alfa en su cintura, y porque su trasero chocaba con la cosita del mayor.

Calmate, Jimin. Se repetía en su cabeza.

Por otro lado, Yoongi no tuvo ningún pensamiento sucio. Lo único en que pensó, fue en el delicioso aroma que desprendía el menor.

—No fue mi intención el hacerte sentir mal —comenzó a decir, aun sin soltarlo—. Me refería a que parecías alguien con antojos de embarazado, no que tu físico era el de uno. Así que...

¿Me perdonas?

—N-no.

—¿No? —puchereó, aunque el omega no le pudiera ver—. Sé que fui muy idiota. Es algo en lo que debo de trabajar mucho, ya que siempre hablo sin antes pensar —susurró con su tono ronco sobre el oido del menor—. Por favor, perdóname. Puedes desquitarte pegándome una cachetada si gustas —suspiró.

El rubio estaba más enfrascado en no pensar en la posición tan "comprometedora" en la que estaban, que decidió asentir rápidamente. Ahora mismo no le importaban las palabras que él alfa le había dicho. Ya no estaba enojado.

El peli gris vio como el rubio asintió, así que poco a poco fue soltando sus manos de la cintura del omega. Cuando se apartó, hizo girar al omega. Quiso reírse al ver la cara del rubio; estaba con sus mejillas muy rojas, y parecía que le costaba respirar, mientras tenía sus ojos muy abiertos.

Dos Alfas, Un Omega Y Un Yoongi - YoonminWhere stories live. Discover now