Relación "Arreglada"

XIX

Verónica Spencer

Lo deseaba con locura.

Saber que había preparado una cena para mi cumpleaños había retirado todo mi enojo hacia él.

-Marcus- gemí cuando sentí como mordió mi cuello

Él me tomo de mi barbilla haciendo que lo mirara

-Me enloquece que gimas mi nombre- volvió a besarme

Con una de sus manos hizo que subiera una de mis piernas hasta su cadera logrando que nuestras partes íntimas se acercaran.

Su miembro estaba completamente erecto.

-Espera- lo empuje un poco con mis manos

-¿Qué ocurre?- sus ojos estaban oscuro

-Quisiera continuar en tu cama- sentí mis mejillas arder

-Te refieres a nuestra cama- asentí

Volvió a besarme para tomar mi mano e ir hasta su habitación.

El camino estaba lleno de pétalos de rosa.

Mi corazón latía muy deprisa y se debía a que nunca nadie había hecho esto por mí.

Jamás habían sido romántico conmigo.

-Una de tus sorpresas- anuncio antes de abrir la puerta

La cama tenía un corazón hecho con los pétalos y varias cajas de diferentes tamaños.

-Dios- camine hasta la cama para abrir los regalos.

-¿Cuál primero?- lo mire

-La que quieras- beso mis labios

-Esta primero- tome la pequeña

-No- lo mire con una sonrisa

-Siempre querías esos aretes- menciono

-¿Tanto lo dije de pequeña?- él asintió cerrando sus ojos

-"Cómpramelo, quiero esos aretes mami, son de la marca Tiffany, mami cómpramelo"- imito mi voz

-Han pasado como 10 años- lo mire sorprendida

-Una prueba más de que tu esposo te escucha- no pude evitar sonreír

-Ahora sigue abriendo los otros regalos- asentí mientras seguía abriendo cajas

-Marcus- cerré una de las cajas cuando vi lo que había en su interior

-Lo compre para que lo uses solo conmigo- me señalo Volví a abrir la caja para encontrarme con mínimo 10 babydoll

Eran de diferentes formas y colores.

-¿Cómo fue comprarlo?- mire su rostro que estaba sonrojado

-Una odisea, pero solo te imaginaba en ellos cada rato- me reí negando

-¿Te gusto todo?- asentí colocando todo en el suelo

-Te falta el regalo mayor- lo mire coqueta

No sé si era otra cosa, pero en mi mente solo tenía una proposición indebida

-Si es algo que no me puedes insertar en mi interior, creo que puede esperar- sus ojos se abrieron mucho

Marcus me tumbo sobre la cama mientras se recostaba sobre mí.

-Lo tendrás adentro todo el tiempo que quieras- sonrió para besarme

Abrí mis piernas para sentirlo más.