Relación "Arreglada"

VI

Marcus Walker

Ya íbamos de regreso a nuestra ciudad y solo quería irla a verla, pero no todo pasa como quiero.

Mi celular comenzó a vibrar y solo veía el nombre de mi padre.

Como muchas veces le di a ignorar, pero él seguía insistiendo hasta que tomé la llamada

Llamada

-Si-

-Hijo- escucharlo sollozar era nuevo

-¿Qué le paso a mami?- fue lo primero que se me cruzo por mi cabeza

-Estamos en el hospital, se tropezó en la escalera- mire a Andrés

-Mándame la dirección del hospital, llegare lo más rápido posible-

-Gracias- él corto la llamada y en segundo tuve la dirección.

-Debo ir al hospital- anuncie sin mirar a Andrés

-¿Te duele algo?- negué

-Es mami-

Sentía mi pecho apretado.

-Quieres que nos detengamos aquí y te pido un taxi- negué

-Es mejor llegar a donde deje mi auto y así voy directo-

Él le pidió al chico que conducía que condujera con un poco más de prisa.

Unos 20 minutos más tardes habíamos llegado a donde había dejado nuestros autos

Me subí sin despedirme de nadie.

Solo tenía un lugar al cual debía llegar.

Conduje con prisa hasta el hospital que me quedaba un poco lejos.

Al llegar fui directo a la sala de emergencia.

Vi a mi padre sentado con sus manos en el rostro.

-Papi- me senté a su lado para que el me abrazara

-No sé cómo paso- sollozó

-Ella iba bajando y en segundo escuche su grito para ver su cuerpo inconsciente en el suelo- sus ojos estaban hinchado de tanto llorar

-Tranquilo- intente calmarlo

-¿Te han dicho algo?- negó

-Averiguare- él asintió mientras se quedaba sentado

Camine hasta una ventanilla donde habían enfermeras

-Buenas saben algo de la paciente Steff Walker- ellas buscaron en sus documentó

-Están haciéndole análisis para confirma si tiene algún hueso roto- asentí

-Gracias- volví con mi padre

-Están haciéndole análisis- resumí para que se calmará

-Fue mi culpa- lloró

-No lo fue, los accidentes pasan- tome su mano

-¿Estabas trabajando?- asentí

-Iba de camino a mi casa, pero esto es más importante que hasta bañarme- se rio de mi

-Lo siento- negué

-Ustedes son mi prioridad ahora mismo-

-¿Cuándo tendrás otra prioridad?- me miro curioso

-Cuando salga de aquí tengo la prioridad de velar por mi empresa-

-¿Verónica?- mire a otro lado

-No lo sé-