we'll work it out ; mclennon

05

Con algo de pereza me dirigí al comedor del edificio llevando mi almuerzo en un pequeño bolsito. Ayer por la noche Julian había sido el responsable de cocinar, mencionando que debía practicar porque sería una herramienta que le sería de ayuda cuando fuese un adulto independiente y se marchara de casa, yo le dije que nunca le permitiría abandonarme y que debía cuidar de mí cuando fuese viejo. Mi hijo simplemente de burló, y continuó con su labor, poniéndole una excesiva cantidad de condimentos a la comida que me hizo arrugar levemente la nariz en una mueca.

Llevé mi tupper al microondas, y una vez listo tomé asiento frente a una de las mesas completamente solo, pues hoy mi querido colega y amigo Stuart debía llevar a sus hijos para realizarse chequeos médicos, y no estaría acompañado por su esposa. Removí la pasta con el tenedor lentamente, al menos la comida no lucía del todo mal, y me convencí a mí mismo de que tendría buen sabor, pues ya había probado pequeños inventos culinarios de Julian antes y no sabían tan mal.

—¡Hola john! ¿Puedo acompañarte?

Al oír aquél tono de voz sentí mi corazón detenerse durante unos segundos, y olvidé por completo que cierta persona debía venir de manera recurrente a trabajar en este edificio. Volteé en mi propio sitio ligeramente, y allí lo observé, llevando su comida humeante en un tupper, y su casco blanco enganchado de su pantalón, sonriéndome con suavidad tras los vellos de su barba. Me fijé también en las arruguitas que se formaban en las esquinas de sus ojos, pero me obligué a sonreírle también en cuanto soltó una risita, pues me había tardado demasiado tiempo en reaccionar.

—Hola Paul, por supuesto que puedes acompañarme. —contesté en su dirección, y él no tardó en sentarse frente a mí.

—¿Irás a la barbacoa? —preguntó, y alcé una ceja en su dirección, llevando a la par un poco de pasta a mi boca.

Demonios, esto había quedado más delicioso de lo que pensé. Julian tiene futuro.

—¿Una barbacoa? —Paul emitió un "oh" mientras observaba en otra dirección, y me sentí confundido durante unos segundos.

Como si fuera obra del destino, mi celular vibró, y con cierta gracia observé el nombre escrito en la pantalla.

—George hará una barbacoa el viernes para celebrar el cumpleaños de Dhani, me dijo que te invitaría. —con una sonrisita le enseñé la pantalla de mi celular a Paul, y él soltó una pequeña carcajadita.— Vaya... creo que lo invoqué.

Y sí, allí estaba el nombre de George Harrison invitándome a su casa este viernes, mencionando que habrían cervezas para lo adultos y que no debía faltar. Me sentí bastante animado al respecto, cuando eres adulto, todas las cosas se tornan más difíciles, ya casi no hay tiempo para relacionarte con tu círculo social, y a pesar de que es hermoso, tener hijos también complica el asunto, aunque para mí ya no tanto gracias a que mi chico ya es un adolescente y puede cuidar por sí mismo. Aún así, el trabajo y encargarte del hogar realmente consume bastante tiempo.

—No te imaginas lo mucho que necesitaba de esto. —mencioné, y mi compañero de mesa asintió con una pequeña sonrisa.

—Oh, estoy completamente de acuerdo contigo. Me siento como cuando era pequeño y un amigo me invitaba a su fiesta. —sonreí en su dirección.

—¡Yo también! —ambos comenzamos a reír, y disfruté de aquél ameno momento, dándome cuenta de lo muy cómodo que me sentía junto a Paul, como si fuésemos conocidos de toda la vida.

Y vaya que disfrutaba de aquella sensación.

¿Sería Paul McCartney gay también?

Demonios, ¿por qué me cuestiono esas cosas? ¡Por supuesto que no! Si bien no sabía absolutamente nada sobre su vida amorosa, estaba casi completamente seguro de que Paul era heterosexual, pues mi radar gay no me indicaba lo contrario, y el tipo no era para nada afeminado. Bueno, yo tampoco lo soy, de hecho, soy demasiado varonil, y muchas personas me lo han hecho notar, mencionando que no se me nota lo "gay". No pude evitar compararlo con Brian, pues si yo veía a ese hombre caminar por la calle, todo su aura gritaba "homosexual", y es que se le notaba demasiado.