Capítulo dieciocho: vida

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Las miradas de las pocas personas que siempre ocupaban un espacio en Palacio de pronto se hicieron muy poco serenas, es más, se podían escuchar algunos jadeos de impresión, alguno que otro carraspeo, y si ponían atención los murmullos de algunos podían ser tan claros como si fueran sus propios pensamientos.

¿Lo has visto?

¿Son ellos?

Parecen como si estuvieran...

Calla nos escucharán.

Los murmullos provenían de la servidumbre que observaba de manera curiosa aquella escena, se había corrido el rumor en Palacio que los protegidos de la Reina llegarían esa misma tarde, pero nunca imaginaron que se trataran de dos muchachos con características tan peculiares como lo eran Jimin y Taehyung.

Estas personas me recuerdan a las personas del pueblo murmuró Jimin sintiéndose verdaderamente incómodo con todas las miradas esto es como cuando nos observaban a Tae y a mí, pero mucho peor.

No temas, pequeño, yo te protejo.

Desearía poder mostrarles unas buenas clases de educación y no murmurar cosas sobre nosotros.

Tranquilo, fiera mencionó Yoongi entrelazando sus manos y depositando un beso en el dorso de la mano de Jimin quien se sonrojó de inmediato pronto terminará todo este teatro.

Eso espero, además, ¿por qué debemos andar como si nos estuvieran persiguiendo? Me estoy agotando, el bebé pesa mucho.

Ambas parejas caminaron tan rápido como les era posible a los menores, quienes además de sentirse intranquilos se les dificultaba un poco el llevar el mismo paso que el mayordomo que los guiaba a través de los pasillos. Afortunadamente, no tuvieron que subir ninguna escalera, pero sí atravesaron largos tramos del lugar.

Los ventanales enormes proporcionaban suficiente luz natural, todo era demasiado elegante, las columnas que separaban los cristales parecían cubiertas con oro o de algún tipo de pintura brillante. Además, Taehyung no podía dejar de admirar las múltiples mesas adornadas con enormes jarrones llenos de flores y los candelabros de cristal que colgaban del techo.

¿Estás bien? cuestionó Jungkook al notar que Taehyung estaba quedándose unos pasos detrás de él.

Sí, es solo que... el bebé está presionando y me cuesta respirar.

¿Ocurre algo, doctor Jeon? el mayordomo por fin había detenido sus pasos al notar que de pronto los pasos detrás de él habían dejado de escucharse.

Lo lamento, pero sería posible que vayamos más despacio, verá, ellos no pueden andar tan rápido en ocasiones como esas Jungkook detestaba tener que ser tan educado, extrañaba tener ese toque agresivo con el que podía llegar a tratar a las personas de aquel pueblo irlandés, definitivamente su viaje lo había hecho poco tolerante con algunas personas —. Sea un poco más tolerante con esto por favor.

La Reina no es una mujer paciente.

Pues tendrá que serlo en esta ocasión acotó Yoongi en un tono más serio, cuidando de la misma manera a Jimin quien también se encontraba un tanto agitado ellos necesitan un trato diferente y especial.

Yoongi, estoy bien, no es necesario ser tan cuidadoso, Tae ya está mejor, así que podemos seguir.

¿Seguros? cuestionó Jungkook al sentirse incrédulo de las palabras de Jimin, pero la mirada de Taehyung le hizo saber que todo estaba bien y con un asentimiento y un leve roce de su mano fue casi suficiente para convencerlosde acuerdo, sigamos.

Fruto ProhibidoWhere stories live. Discover now