One Shots Batfamily Vol.2

🤍 Fall in love

—antes de dormir, te daré un masaje. Te siento algo tensa–dijo acariciando tus hombros.

—Jason, te amo.

—no más que yo, ahora, andando. Prepare hamburguesas con papa fritas y como postre roles de canela.

Volvió a cargarte yendo al comedor, y durante toda la noche no hiciste más que sonreírle, olvidarte de tus problemas y sentirte en paz junto a él.

💛Tim Drake

Tenían una relación bastante privada, el mundo no sabía que eran novios oficialmente pero creían que solo ligaban.

Pero era por qué no querían ser molestados. Sin embargo Tim sabía que tenías algo de inseguridad por lo mismo, chicas se tomaban atribuciones que no debían y estaba decidido a darle un alto.

En una reunión de estudiantes ambos estaban sentados juntos, pero tuviste que ir al baño, y al regresar una de las tantas chicas que lo asediaban estaba ahí acariciandole el brazo a pesar de verlo totalmente incómodo.

Te acercaste quedándote parada.

—eh yo estaba sentada ahí.

—estabas, búscate otro asiento.

Tim apretó la mandíbula y tirando de tu muñeca te sentó en sus piernas en frente de todos.

—gracias Natasha, me diste la excusa perfecta para tenerla más cerca.

—pero...

—y te agradecería que no le hables así a mi novia.

—¿novia?

—y la más preciosa–dijo besando tu mejilla para después recargar la cabeza en tu hombro.

—wou chicos, me alegro por ustedes–dijo un chico de la mesa.

—jamás me ha gustado que me roben, pero debo de admitir que ha sido todo un placer que esta chica me robara el corazón.

Todos en la mesa soltaron un "aww"

—eres un romántico–suspiraron algunas chicas.

—eres un empalagoso–se burlaron algunos chicos.

—Tim–dijiste sonrojada.

—no me importa princesa, solo digo verdades.

💚Damián Wayne

Desesperada dejaste el peine y el maquillaje de lado, hoy era uno de esos días donde bonita era la última palabra que se venía a tu cabeza al verte en el espejo.

—¿ya estás lista? Se hará tarde–aviso detrás tuyo.

—ya no quiero salir.

—¿qué? Pero tú fuiste la que quería dar una vuelta a la plaza.

—si, pero ya no.

Se acercó a tu tocador donde yacías sentada y se arrodilló a tu lado.

—ey, ¿qué pasa?

—nada, solo se me quitaron las ganas.

—a otro perro con ese hueso, ¿qué tienes?

—es que–comenzaste hablando muy bajo–no me siento bonita–murmuraste.

—¿qué?–pregunto pues no te escucho bien.