Petricor y gardenias

Capítulo 7

ADVERTENCIA: A lo largo del capítulo se tocarán temas sensibles. Se recomienda discreción e igualmente respeto.

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Un flujo constante de ganancias y pérdidas es lo que se llama vida.
Obtener todo sin dar nada a cambio nunca ocurrirá.
Para Taeyong, quien estaba dando completamente todo, sin ser recompensando en absoluto.

Hay pérdidas que uno cree que no dolerán. Pero la pérdida es la pérdida, lo que significa atravesar por todo lo que conlleve.

Lidiar con la pérdida de un cachorro, ya sea o no deseado, duele.

Jaehyun lleva esperando más de 2 horas en la sala del hospital esperando noticias de su omega. De su cachorro no necesitaba información, ya la sabía.
No ha parado de recordar la forma tan desgarradora en la que Taeyong gritó cuando iban en la ambulancia.
"Lo perdimos" el alfa interno de Jaehyun ya lo sentía.

Ambos tenían la noción que el cachorro era frágil. Tantas vitaminas y suplementos que les prescribieron no eran típicos para un embarazo en buenas condiciones.
Aún así, con todas las advertencias y precauciones, se dejaron llevar por la emoción de un cachorro.

"Mi pequeña Irene" porque sí era niña. Fue lo única buena noticia que había recibido hasta el momento.

Sus padres corrían en el pasillo hacia el asiento de Jaehyun, no fue hace mucho que les llamó.

-Cariño ¿Qué pasó? ¿Cómo esta Taeyong?-. La madre hablaba muy rápido, llevando la preocupación a otro nivel.

-No lo sé, el doctor aún no sale-. El alfa se dejó abrazar por su madre.

-¿Y el bebé ?-. Y rompió en llanto.

Sus padres no requerían la respuesta, el estado en el que está su hijo hablaba por sí solo.
Entre los dos abrazaron a su hijo fuertemente, sosteniéndolo para que no cayera más en la pena.
No preguntaron ni mencionaron nada más, a pesar de sus angustiadas dudas.

El abatimiento de Jaehyun se disipaba en cada gota que liberaba de sus ojos ya hinchados de aguardar por mucho tiempo. Aún cuando el alfa estaba muerto de miedo mientras trasladaban a Taeyong al hospital, se mostró fuerte y sereno para su omega, tragándose el nudo de su garganta.

-Familia de Lee Taeyong-. el médico anunció en la sala.

-Sí, aquí-. Jaehyun se levantó para acercarse inmediatamente, sin importarle que su rostro estuviera mojado. Sus padres se colocaron a su lado.

-El paciente Lee se encuentra estable, está durmiendo ahora, pueden entrar si quieren aunque recomendaría dejarlo para que se recupere bien-. anunció mientras escuchaba suspiros de alivio.

-Que bueno, muchas gracias doctor-. al pelinegro le brillaban los ojos de alegría. "Está bien, mi omega está bien".

-La enfermera me informó que eres su pareja, lamento mucho su pérdida-. el alfa se limitó a asentir sólo quería ver al omega.

-Me gustaría que Taeyong se quede dos noches en el hospital para monitorear su salud, aunque está estable, un aborto se puede complicar días después-. la propuesta del médico fue aceptada gustosamente por la familia.

-De acuerdo, me retiro-. pero Jaehyun le detuvo.

-Espere doctor, ¿puedo quedarme con él la noche?-. y un asentimiento de cabeza fue la respuesta.

Era la 1 a.m., Taeyong seguía sin despertar. Jaehyun sabía que se encontraba bien porque a cada cierto lapso de tiempo la enfermera entraba para tomarle sus signos vitales. Y en cada toma también le tocaba tranquilizar al alfa que nunca soltaba la mano del omega.
Aún seguía abultado el vientre de Taeyong, tardaría un rato en bajar. A Jaehyun le costaba creer que ya no estaba su hija ahí, posaba sus manos y le parecía tan irreal que en la mañana aún alcanzó a decirle los buenos días.
"Al final nunca sabremos cómo olías".