CAPITULO 120

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El día lunes por la mañana t/n iría a su cita con su psicóloga temprano para volver antes del fin de su horario de clases ya que quería preparar una pequeña cena para tener un momento con Tom luego de su caótica noche en la fiesta del sábado

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El día lunes por la mañana t/n iría a su cita con su psicóloga temprano para volver antes del fin de su horario de clases ya que quería preparar una pequeña cena para tener un momento con Tom luego de su caótica noche en la fiesta del sábado.

Admito que me sorprendí cuando me pediste que te agendará una cita tan temprano-dijo su psicóloga al recibirla.

Lo lamento, tengo un par de cosas que hacer hoy pero no quiero dejar mi terapia de lado.

No te preocupes, ¿Comenzamos?-pregunto la psicóloga.

Sí-dijo t/n sin titubeos.

Bien, ¿Continuamos con tu vida en el prostíbulo?-pregunto la psicóloga y la joven asintió.

En el lugar comencé a venderme como una prostituta que está ahí por placer o voluntad propia, a los 10 años entendí lo que los hombres quieren y el juego que tengo que jugar si quiero vivir, fue difícil pero no imposible, en aquel lugar no te permitían tener absolutamente nada más que la ropa y zapatos que te daban en el lugar, durante la noche eras ultrajada por montones de hombres y por el día dormías o te encargabas de hacer los quehaceres que ayudaban a mantener todo limpio y ordenado-conto t/n para comenzar a sumergirse en el pasado.

Años antes:

Me has dado una noche de mucho placer así que puedes pedirme lo que quieras-dijo un hombre mientras se acercaba a besarla.

Un periódico, cada vez que vengas quiero que me traigas un periódico-respondió t/n con una sonrisa.

Pero que poco ambiciosa es mi amante-dijo el hombre.

Solo necesito eso y que siempre vengas conmigo-dijo t/n con una sonrisa.

Este hombre era un político importante así que cada vez que iba al lugar pagaba grandes cantidades de dinero y eso era bueno para que t/n pudiera seguir siendo útil para ese prostíbulo y así asegurarse de que se podría mantener con vida el tiempo necesario para salir de ese lugar.

Bien, entonces siempre me tendrás a mí y a tu periódico-dijo el hombre para darle un último beso y luego salir de la recámara.

La joven se limpio los labios y con tranquilidad camino hasta el baño para luego vomitar, se dió un baño mientras lloraba, ¿Por qué se sentía así?, ¿Por qué si tallaba con fuerza no lograba quitarse esa sensación de suciedad el cuerpo?, Estaba sucia sin importar cuánto tiempo se bañará.

Ese periódico le serviría para saber que pasaba afuera de ese horrible lugar, además al ver el periódico podría saber la fecha y guiarse para no perder la cuenta sobre su edad, el tiempo en ese lugar y otras cosas que consideraba importantes.

Hazme Sentir Que Soy EspecialWhere stories live. Discover now