Siempre tuya (FreenBecky)

Correo mal dirigido

Freen aprieta sus ojos en un intento de deshacerse del atontamiento que se acumuló durante toda la noche. Su brazo está atrapado debajo de la almohada mientras su invitada sorpresa duerme sin hacer ruido. Niega con la cabeza, lentamente saca su brazo de debajo de la almohada y desenreda sus piernas de las otras piernas que estan debajo de las sábanas. La habitación todavía está oscura, se levanta suavemente de la cama con cuidado para no despertar a su invitada y camina hacia su teléfono que está sonando. Bosteza colocando un puño frente a su boca, sus ojos se humedecen y los limpia para ver mejor su identificación de llamadas.

Su voz áspera llena claramente el aire mientras responde en un susurro. "¿Estás aquí?"

"Sí, estoy de pie en el pasillo esperando que abras la puerta. Hubiera pedido una llave, pero me dijeron que ya estaban las dos llaves de esta habitación asignadas".

Freen echa un vistazo al cuerpo inmóvil en su cama y sale a la sala de estar de la suite cerrando la puerta silenciosamente detrás de ella. Camina hacia la puerta principal para dejar entrar a Heng. Una vez que ve su cara desaliñada y su pelo despeinado, suspira aliviada. Heng la envuelve en un abrazo y Freen le aprieta con la misma fuerza.

"¿Cómo está mi lesbiana favorita?"

Freen lo golpea en el pecho cuando la suelta y él protesta en voz alta.

"Soy la única lesbiana que conoces".

"¡Eso no es cierto!" Heng responde en voz alta, Freen se estremece y pone su mano en la boca de Heng para callarlo. Se queda quieto cuando la morena mira hacia la puerta y se asegura de no escuchar ningún ruido en el otro lado.

Heng coloca sus cosas junto con el equipo de la cámara cerca del sofá. Su boca está ligeramente abierta mientras da pequeños saltos de un pie a otro con emoción. Aplaude en silencio y Freen frunce el ceño confundida.

"¿Qué estás haciendo exactamente?"

Heng se deja caer en el sillón con las manos sobre las rodillas, sonriendo ampliamente. Freen se queda en blanco y se mira los dedos mientras descansan sobre el dobladillo de sus pantalones cortos. Respira hondo e intenta recordar por qué le dijo a Heng que fuera.

"¿A quién tienes en el dormitorio?"

Freen se frota la cara y gruñe levemente. "No tengo que responder ninguna de tus preguntas. Tu habitación está allí, así que ..." Agita su mano en dirección a la otra habitación de la suite y mira a su asistente. Heng no se mueve, pero levanta una ceja con una sonrisa.