Capítulo 13 (Mateo)

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Entramos al gran edificio Gómez, se supone que ayer Valeria se iba a juntar con Amaris. Pero hubo un inconveniente y no se pudieron juntar. La excusa que usó fue; Lo lamento, pero me ha surgido un inconveniente. ¿Puedes mañana a las cuatro?

No dijo nada más, así que ahora estamos acá, esperando porque ni siquiera está en su oficina.

-Hola tío- Escuchó decir a Valeria, mientras se levanta a saludar a don José de un abrazo.

-¿Que hacen por acá?- Pregunto, después de romper el abrazo.

La verdad, es que se ve horrible. Tiene ojeras y una cara que grita; ¡Necesito un jodido café!

Yo me levanto a estrecharle la mano, a modo de saludo.

-Amaris me citó ayer, pero tuvo un inconveniente. Así que me pidió que nos juntaramos hoy a las cuatro. Llevo media hora esperándola- Le reclama Valeria, cruzándose de brazos.

-Ayer por motivos personales, ninguno de nosotros pudo trabajar- Comienza explicando -Yo también tuve que suspender varias reuniones, y hoy, de lo que tengo entendido. Tuvo un juicio que se alargó más de lo normal. Así que en cualquier momento debería...

-¡Joder! ¡Maldito hombre!- Escuchamos y los tres nos giramos hacia los elevadores -¡Se merece de más los diez años en prisión!

Amaris, viene vestida con un traje negro y una blusa blanca de tirantes. Al lado, viene Naim vestido con ropa deportiva y una sonrisa en el rostro.

-Deja de reclamar. Diste las pruebas suficientes para la orden de alejamiento y que pasará diez años allá dentro- Le dice y veo los hombros de Amaris relajarse.

-¿No viste como se puso? ¡Negó todo! ¡Con todas las pruebas en su cara!- Dice, caminando hasta el puesto de la secretaría -El ser humano me sorprende más cada día.

-Bien abogada aburrida del ser humano, nos vemos más tarde. Iré a ver a Esperanza.

Sin más que decir, saluda a su padre con un movimiento de cabeza antes de irse por los ascensores. Amaris se da vuelta y en cuanto nos ve, frunce el ceño antes de respirar y llevarse una mano a los ojos.

-Joder, verdad que te cite a las cuatro- Dice, antes que la secretaría le pasara un par de carpetas -Dejame ver algo en mi oficina y los hago pasar.

Don José se comienza a reír en cuanto su hija desaparece por la puerta de su oficina.

-Aun no entiendo porque siempre se enoja después de un juicio. En todos estos años, jamás ha perdido un solo juicio- Dice, antes de mirar a mi novia -Te deje en buenas manos.

Da media vuelta para irse a su oficina, justo cuando Amaris abre la puerta.

Unos minutos más tarde, mientras ellas hablaban y yo solo escuchaba. Amaris, dice;

-Bien, en el transcurso de la semana- comienza -Debería llegarle la demanda a esa señora que ya me cae mal.

Aun sigue cabreada por el juicio. ¿Que cómo se? Ha estado toda la reunión diciendo por lo bajo; Como pidas salir antes, hago que tengas cadena perpetua.

Estoy seguro que Valeria no la ha escuchado, así que cada vez que la escucho decirlo, intento reírme por lo bajo.

-Y si es tan así como me describes, si llega a tu casa hacer escándalo. Por favor grabala, será una muy buena prueba de que ella no está tan enferma como- Dice y Valería asiente -Y cada conversación que tengas con ella. Necesitamos mostrar que no es la típica señora en depresión porque su esposo se murió y que para variar, tiene más enfermedades de las que puedes recordar.

-De acuerdo, muchas gracias señorita Gómez- Dice Valería.

Comienza a levantarse.

-Voy al baño, ya vuelvo. Permiso.

La veo desaparecer por la puerta y cuando me giro a verla, la veo teclear rápidamente en el teclado.

-Relájate, estás muy tensa.

-No me digas que puedo y no puedo hacer- Dice, de manera brusca.

-Solo te digo que te relajes- Le digo y nuestros ojos se juntan -Llevas maldiciendo todo este rato.

-Pues, no me escuches Ortega- Dice, volviendo la vista a la pantalla.

-Lo digo de buena manera- Le digo, tranquilamente -Es obvio que vamos a vernos más de una vez. Solo intento que nos llevemos bien.

Es verdad, la voy a ver más tiempo de lo que creí y solo quiero que llevemos las cosas de una manera civilizadamente.

-¿Me pides una tregua?- Me pregunta, ahora mirándome fijamente -Por mí no te preocupes. Sigo siendo la misma chica que solo habla cuando es necesario y cuando quiere- suspira -Así que puedes estar tranquilo y me sorprende que no haya querido cambiarme, teniendo en cuenta que soy tu ex.

Me pongo nervioso en cuanto lo dice y ella lo nota, porque me remuevo en el asiento.

Ella frunce el ceño y me mira como si no lo pudiera creer.

-¿No le dijiste que yo era tu ex novia?- pregunta con un susurro.

Voy a decirle; ¿Cómo querías que le dijera eso? No he hablado de nosotros desde el día en que cortamos. Además, le conté cosas que no son ciertas de tí y...en resumen, le conté lo que la gente decía de ti en la universidad y puede, solo puedeeeeeee que me dejara llevar. Iba a cambiarte por esas razones, pero vio en internet que eras muy buena abogada y que llevas muchos casos para estar titulada hace poco y que no has perdido ningún caso. Por esa razón, le oculté lo nuestro.

-Es que...- comienzo, pero me callo cuando la puerta se abre de par en par.

-¿Qué no me has contado Mateo?- Dice, Valería confundida y un poco cabreada.

Joder.

Joder

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Your Eyes (Los chicos del destino)Where stories live. Discover now