Capítulo 28

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Una vez en el pasillo, Sirius nos cortó el paso. Me miró con el ceño fruncido.

—Os he oído desde la puerta, Draco.

—Muy bien.

—Me he enterado de casi todo.

Bajé la mirada, ya que la suya era demasiado intensa como para sostenérsela.

—Me has mentido. Le has mentido a mi familia.

—Sí.

—Y Harry también.

Levanté la cabeza enseguida.

—Porque lo obligué, Sirius. Detestaba hacerlo. Detestaba tener que mentir desde el principio, pero en cuanto os conoció, lo detestó con todas sus fuerzas. —Di un paso hacia delante—. Lo hizo para asegurarse de que Penny recibía los cuidados necesarios y que tuviera un hogar seguro. Se… se encariñó de ti, de todos vosotros, y esta farsa lo estaba carcomiendo. —Me aferré la nuca y masajeé los músculos en tensión—. Creo que es el principal motivo de que se haya marchado. Ya no soportaba más mentiras.

Sirius se inclinó y me dio un tironcito en el brazo. Me solté la nuca y le permití que me tomara la mano.

—¿Todavía era todo una mentira cuando se fue?

—No —respondí—. Lo quiero. Estoy perdido sin Harry. —Miré a Remus y luego a él—. Por eso tenía que contároslo. Necesito hacer borrón y cuenta nueva, independientemente de lo que suceda. Necesito que comprendáis que la culpa es solo mía. No de él. Si me voy de la ciudad y él vuelve, espero que lo perdonéis. No tendrá a nadie.

Sirius sonrió.

—Has madurado, Draco. Antepones el bienestar de Harry a todo lo demás.

—Debería haberlo hecho desde el primer momento.

Me dio un apretón en la mano.

—Busca a tu esposo. Cuéntale la verdad. Creo que te darás cuenta de que no eres el único que anda perdido.

Sentí una opresión en el pecho. Quería creer… quería creer que él también estaba enamorado de mí. Que había huido porque necesitaba averiguar cuál sería el siguiente paso. Tenía que encontrarlo para hacerle ver que no tenía que darlo él solo.

—Es lo que quiero.

Remus habló en ese momento.

—Pues trabaja para conseguirlo. Gánatelo. Pon en orden tu vida personal. Cuando lo hagas, ya hablaremos de tu vida profesional. A partir de este momento, estás de vacaciones hasta que volvamos a hablar. No estás despedido, pero tu futuro queda en el aire.

—Lo entiendo.

Esperaba que me despidiera en el acto. Que me echara a patadas de su casa. Daba igual el resultado o lo duro que fuese, una discusión en el futuro era más de lo que merecía.

—Gracias —dije con sinceridad.

—Te llevo a casa.

Lo seguí al coche mientras pensaba que, sin Harry, ya no era mi casa. Era el lugar donde dormía. Allí donde él estuviera en ese momento era mi casa. Junto a él.

Tenía que encontrarlo y llevarlo de vuelta. Solo entonces volvería a ser un hogar.

●●●

Después de que Remus me dejara en casa, deambulé por el apartamento sin saber por dónde empezar. En la mesita auxiliar estaba la carpeta con las muestras de color de Harry y las ideas para remodelar el piso. Había añadido la lista para mi dormitorio, y en sus bocetos se incluían la redistribución de los muebles y el cambio de color de las paredes.

Contrato de MatrimonioWhere stories live. Discover now