Capítulo 07

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Namjoon estaba más que harto.

Así que lo siguió, alcanzándolo antes de que el otro pudiera ponerse los zapatos.

—Hyung, ¿por qué sigues huyendo?

Seokjin estaba de espaldas a él, pero tímidamente giró la cabeza hacia un lado para mirarlo.

—Lo siento, es que no... no estoy preparado.

—Jin...

Namjoon suspiró.

—Es como la sexta vez que llegamos a este punto y cada vez te echas atrás.

—Namjoon, simplemente no puedo, ¿entendido?

El menor se mordió el labio inferior.

Tenía que saberlo.

—¿Es una clase de juego? Porque si ese es el caso, no estoy dispuesto a seguir con esto...

Hubo un suspiro audible saliendo de la boca del mayor.

Se estaba poniendo los zapatos ahora, todavía mostrando signos de querer irse.

—No es ningún juego, Namjoon.

—Pero eso no quiere decir que te guste...

Seokjin lo miró por encima del hombro.

—Si no me gustaras, ¿dejaría que me tocaras así?

—De acuerdo.

Namjoon se adelantó y enroscó suavemente sus dedos alrededor de la muñeca del mayor.

—Si ese es el caso, entonces, ¿puedes decirme por qué no podemos ir más allá de esto?

Seokjin se volvió gradualmente hacia él.

Su cuerpo entero no estaba de cara a Namjoon todavía, pero al menos era otro paso más cerca que sólo ver el lado de su cara.

—Namjoon, me gustas mucho, de verdad.

Murmuró en voz baja.

Respiró profundamente y cerró los ojos.

—Pero por mucho que crea que yo también te gusto, no querrías estar conmigo.

El menor lo miró con tanta incredulidad, y al mismo tiempo con un notable enojo.

—¿De qué demonios estás hablando?

Su agarre en la muñeca de Seokjin se tensó.

—Hyung, eres hermoso, inteligente, divertido, amable... ¿por qué no querría estar contigo?

Seokjin guardó silencio.

Namjoon necesitaba respuestas; se moría de ganas de que Seokjin dijera algo, de saber la razón por la que el otro pensaba que no quería estar con él.

¿Cómo no iba a querer?

El mayor era todo lo que él quería en una persona.

—¿Hm, hyung?

El continuo silencio del mayor era frustrante, y Namjoon demostró su frustración tirando constantemente de su muñeca.

—¡No lo entenderías!

Gritó.

Namjoon se sintió sorprendido por su tono de voz, pese a ello, pudo arreglárselas para disimular el susto.

—¿Qué quieres decir?

—Yo...

El mayor comenzó.

Luchó contra cualquier batalla interna que estuviera teniendo en ese momento.

—Tengo que irme.

—Espera, hyung, por favor...

Namjoon se agarró cautelosamente de él una vez más.

Fue lo más suave posible, queriendo dar al otro hombre una razón para confiar.

—Puedes explicarme, quiero entender.

Cuando Seokjin parecía decidido a marcharse, aún así volvió a insistir.

—Me gustas mucho, Seokjin. Cualquier cosa que me digas, cualquier cosa que pienses que no es normal sobre ti, estoy seguro de que no cambiaría nada de lo que pienso.

Confesó.

Pasó otro largo rato de silencio por parte del mayor hasta que finalmente soltó el pomo de la puerta.

Se giró con la cabeza gacha, pero Namjoon no prestaba atención a nada más que a la expresión de su rostro.

—Yo...

Seokjin soltó un fuerte suspiro, intentando calmarse.

Agitó sus manos hacia a abajo contra su cuerpo.

—Yo no nací como tú... yo me puedo embarazar.

Namjoon miró hacia lo que Seokjin señalaba, y fue entonces cuando se dio cuenta.

Ahora entendía por qué seguía huyendo cada vez que los toques se intensificaban.

Por qué al principio mencionó que no era aceptado por sus padres.

Volvió a mirar a Seokjin y lo encontró a punto de llorar, tenía lágrimas en los ojos y me temblaba el labio inferior.

Sabía que debía ser difícil para él decir esto, y mucho más aceptar que no era exactamente el chico estándar que todos tenían arraigado en sus mentes.

Seokjin intentó parpadear las lágrimas, pero éstas cayeron por sus mejillas.

Bajó la cabeza, tratando de ocultar la vergüenza que sentía.

Pero a pesar de todo esto, no cambió nada de lo que Namjoon sentía.

Dio un paso adelante con cuidado, esperando que esto no fuera una señal para que Seokjin huyera, y lo abrazó con cuidado.

—Siento haberte presionado para que me digas esto.

Murmuró.

El mayor sacudió la cabeza contra su cuello, diciéndole sin palabras que estaba bien.

—Esto no cambia nada para mí, Jinnie. No me gustas menos.

Thin Walls [NamJin] Where stories live. Discover now