Thin Walls [NamJin]

Epílogo.

Era una noche cálida a mediados de noviembre.

Namjoon caminaba cansado hacia su apartamento.

Este día había sido agotador para él debido a que se le fue asignado un nuevo proyecto sin haber acabado con el anterior.

A veces odiaba ser diseñador gráfico.

Suspiró al llegar por fin a la entrada, le tomó un par de segundos encontrar las llaves indicadas, como de costumbre.

Cuando logró entrar, se percató que las luces aún permanecían encendidas, además que se podía escuchar con claridad la televisión.

—Jinnie...

Llamó suavemente, esperando encontrar a su ahora esposo despierto.

Tal como pensaba, el mayor estaba acostado en el sofá, viendo lo que al parecer era un documental sobre pingüinos.

—¿Por qué sigues despierto?

No recibió respuesta, Seokjin parecía estar sumido en sus pensamientos.

¿O acaso está durmiendo con los ojos abiertos?

Se cuestionó por un momento el menor.

—Yo solo quería esperarte.

Namjoon sonrió cuando pudo escucharlo, no lo pensó dos veces antes de arrojarse a los brazos de Seokjin en el cómodo sofá.

La calidez que irradiaba de su esposo instantáneamente lo hizo relajarse, el cansancio parecía haberse desvanecido en segundos.

Seokjin colocó suavemente la cabeza de su esposo en su regazo y comenzó a acariciar su cuero cabelludo.

Sabía que el trabajo le agotaba la energía en estos días, las notables ojeras en sus dulces ojos eran prueba de eso.

Namjoon ya no comía ni dormía a sus horas, sufría constantes dolores de cabeza a causa del estrés, estuvo al borde de las lágrimas enumeradas veces por no estar convencido con sus propios diseños.

La preocupación lo consumía, pero decidió no intervenir ya que sabía lo testarudo que era su esposo.

Por ello, se mantuvo ocupado en su propio trabajo.

Su plan era no darle más preocupaciones.

Y lo estaba consiguiendo hasta hace un par de horas.

—Namjoonie...

Soltó con un suspiro.

—¿Hum?

Murmuró el anteriormente nombrado, las caricias del mayor poco a poco lo estaban llevando al mundo de los sueños.

—Vamos a ser papás.

Namjoon se puso rígido y al instante Seokjin lamentó haber sacado a relucir tal noticia de esa forma.

[...]

Hoy día era 30 de diciembre, una de las fechas más importantes para Seokjin.

Era el cumpleaños de Taehyung.

Junto con Namjoon habían planeado sorprenderlo por su cumpleaños número 28.

Realizar una reunión a espaldas de él no resultó tan fácil al principio pero supieron como arreglárselas.

Seokjin logró contactarse e invitar al novio junto a los amigos más cercanos de Taehyung sin mostrar sospechas.