Thin Walls [NamJin]

Capítulo 03

Los amigos de Namjoon no eran ajenos a la situación que este sobrelleva.

Yoongi pensó que era tan jodidamente divertido que no podía dejar de reírse de la desgracia del menor y Jimin estaba genuinamente preocupado por él hasta el punto de que incluso ofreció su casa para que Namjoon se quedara durante la noche.

Namjoon declinó todas las veces, no podía entrometerse así en el sueño de su generoso amigo.

Estaban en el café local, Coffee & Tea, cuando Namjoon volvió a sacar el tema.

Y por supuesto, Yoongi se reía detrás de su mano mientras Jimin mostraba su simpatía.

—Hablando en serio, ¿has intentado decirles que bajen el tono?

Preguntó Yoongi.

—No es tan fácil como parece, además estos días no he tenido oportunidad. Quiero decir, conozco a Taehyung más que a su novio, pero de repente ya no lo veo.

Explicó.

Jimin se rió un poco.

—Tal vez han terminado y el departamento le pertenece a su novio.

—Oh, no.

Namjoon negó inmediatamente con la cabeza y sintió que un escalofrío le subía por el cuerpo.

—No, es imposible, lo estaban haciendo de nuevo hace dos noches.

—Deberías poner una queja por ruido.

Sugirió Yoongi.

—¡Oh! O incluso una carta redactada con fuerza.

—Pfft. ¿Quién escribe cartas hoy en día, Min? Eso es algo que sólo tú harías.

Jimin lo miraba con el seño fruncido mientras daba un sorbo a su café con leche.

Yoongi en respuesta solo se limitó en tomar de sus manos una de sus donas de chocolate con chispas para comerla lejos de su alcance.

Y empezaron a discutir.

Siempre era así con esos dos.

Namjoon suspiró y rápidamente desvió su mirada de ellos que casi se estaban peleando.

Esta vez ni siquiera trató de detenerlos porque ocurría con demasiada frecuencia y, de todos modos, nunca le hacían caso.

Mientras centraba su atención en los demás clientes de la cafetería, se dio cuenta de que el mismo hombre de aspecto suave se deslizaba por la entrada para esperar en la cola de la compra.

Namjoon se levantó de su asiento y avisó a sus amigos.

—¡Chicos, chicos! ¡Es él!

Gritó en un susurro.

Fue como magia para que Yoongi y Jimin dejaran de pelear inmediatamente.

Todos centraron su atención en Seokjin, que estaba muy desprevenido mientras miraba el tablero del menú por encima de él.

—Vaya, es súper bonito.

Comentó Jimin.

—Me lo imaginaba un poco más joven.

Siguió Yoongi.

—Lo mismo pensaba de ti, pero a veces la vida nos da sorpresas y debemos resignarnos.

Bromeó Jimin, para su mala suerte su risa se desvaneció cuando Yoongi volvió a quitarle otro de sus dulces, ésta vez una galleta.

—Bueno, prosigo, tu vecino se ve muy inocente para estar haciendo todas esas cosas que dices.

Ugh, ¿por qué Yoongi tenía que decir eso?

Ahora Namjoon no podía quitarse la imagen mental de la cabeza.

—Oye, ya que es el novio, ¿por qué no se lo dices tú mismo?

Preguntó Jimin despreocupadamente.

Namjoon lo fulminó con la mirada.

—¿Qué? ¿Quieres que me acerque a él y le diga: "¡Hola, Seokjin! Me alegro de encontrarte aquí. Oh, por cierto, tú y Taehyung han vuelto a hacer mucho ruido y te agradecería que bajaras el volumen?"

Yoongi y Jimin lo miraron durante un minuto en silencio antes de asentir.

Namjoon gimió.

—No, por favor... ¡Sería demasiado incómodo!

—Nam, tienes que hacerlo de una forma u otra. Si no, será mejor que dejes de quejarte porque no has hecho ningún esfuerzo para que dejen de hacerlo.

Yoongi se encogió de hombros.

Por muy fríamente que lo dijera, el mayor tenía razón, e incluso Jimin asentía también.

Namjoon se desplomó contra su brazo mientras miraba fijamente a Seokjin, que le estaba haciendo un pedido a la cajera.

Sí, tenían razón.

Estaba perdiendo el sueño por culpa de ellos y eso afectaba a su rendimiento en el trabajo.

—De acuerdo, bien. Hablaré con él cuando lo vea de nuevo en el complejo. No es realmente un ambiente para sacar el tema aquí.