you; enzo fernández

dieciséis.

GAIA

Ser la única chica en el plantel es aburrido y más sino tenes a nadie con quien hablar, a ver estaban los chicos pero los veo 24/7 y extraño a las chicas y mis amigos, pero hasta que vinieran alguna de ellos iba a estar con aburrimiento terrible.

En estos momentos me estaba cambiando para bajar e ir a desayunar, me separé un jean negro, una remera de la merch de una de mis bandas favoritas; the driver era y mis convers negras. Una vez lista agarré mi celular y baje para ir al comedor.
Al entrar me encontré con que había medio plantel desayunando, saludé a uno por uno y fui directo a buscar mi desayuno.

－Buen día Gaiu－ me habló Licha.－¿cómo estás?.

－Buen día Li, bien ¿y vos?－ lo abracé y luego me senté.

－Me alegro Gaiu－ me acarició el brazo.

－¿Qué onda negra? ¿Qué vas hacer hoy?－ me preguntó Lean.

－No sé, caminar un rato－ sonreí.－hasta que vengan alguna de las chicas.

－Buen día banda, buen día mi reina－ apareció Nico.

－Hola Ota－ lo abracé.－bueno mis amores, voy a ir a buscar mis auriculares e iré a caminar un rato.

－Tene cuidado amor, cualquier cosa llamamos－ Ota me abrazó.

－Sí Nico, los amo－ dije y salí del comedor.

－Hola Gaia－ escuché decir.－¿cómo estás?.

－Hola Enzo－ sonreí.－bien ¿y vos?.

－Bien ¿dónde ibas?－ me sonrió.

－A buscar mis auriculares y después a caminar un rato.

Sonrió.－Pásala lindo, ¿nos vemos después?.

－Obvio que si－ me acerqué a saludarlo.－nos vemos.

－Chau linda.

Fui directo al ascensor para ir a mi habitación y buscar lo que necesitaba, una vez estando en la puerta de la misma abrí busqué mis auriculares y rápido salí.

Di una última vuelta en el comedor para dar el último saludo a los chicos y salí a caminar por el centro de Doha.
Pasé un par de horas caminando por el centro de la ciudad, me pareció totalmente hermosa ya llegando la noche fui nuevamente al predio donde nos estábamos hospedado.

. . .

21:30 pm.

Ya era de noche y la hora de la cena se aproximaba, yo estaba en mi habitación escuchando música y leyendo un libro, libro que me lo había regalado Maxi.
Al rato escuché mi puerta sonar me levante a abrir y me encontré con Enzo.

Lo saludé y lo hice pasar.

－Hola Enzo, ¿cómo estás?－ me senté a su lado en la mesa.

－Gaiu, bien ¿y vos?－ me sonrió.

－Bien, estaba leyendo un poco－ reí.