once.

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ENZO

Al llegar al hospital estacione el auto dónde pude, entramos corriendo a la recepción para preguntar por Gaia. Llegamos a la recepción y la enfermera nos dio piso y habitación dónde estaba Gaia.

Subimos al ascensor y mientras veía por que piso íbamos de reojo veía a Julián, estaba temblando y callado, un poco pálido lo agarré de los hombros y no dude en abrazarlo.

Al llegar al piso 7 corrimos hasta la habitación indicada llegamos a la misma y había una ronda enorme, los chicos, estos al mirarnos nos dieron una mirada de que nada estaba bien.

-¿Qué pasó?- fui el primero en hablar ya que Julián no podía.

-Gaia había llegado de ensayar, me había dicho que te cruzó a vos, fueron a merendar y eso- Nico se trabó al hablar.-se había ido a bañar, bajó y preparo algo para picar, tocaron timbre en casa- hizo una pausa.-abrió y era el hijo de puta de Franco, la hizo entrar a la fuerza a casa y la empezó a agarrar del cuello, me llamo desesperada y al verlo me tiré contra él, pero antes agarrarlo la tiro contra el piso quedando inconciente- terminó llorando.

-QUÉ- gritamos con Julián.

-Sí, él nos llamó desesperado cuando estaba en la ambulancia, y directo llamamos a todos- Rodri habló.

-¿No le dijeron nada aún?- Lean negó.

-Y el hijo de puta ese- tiré sin más.

-Desapareció- Paulo habló.

-Tenemos que ir a buscarlo- dije serio.-como se va a ir así como si nada.

-Ya vamos hacer algo Enzo, vos tranquilo. Primero tenemos que procurar que Gaia este bien - Leo me calmo.

-Leo tiene razón Enzo, quédate tranquilo que algo vamos hacer- Angelito me agarró de los hombros.

Me sentó en una de las sillas y me quedé de brazos cruzados mirando a un punto fijo.

-Familiares de Gaia Otamendi- salió un hombre con una planilla en mano.

-¿Cómo está?- nos paramos todos de nuestros asientos.

Nos miró sorprendido.-Soy el hermano ¿cómo está?- Nico se acercó temblando.

-En estos momentos sigue inconciente, le dimos unos medicamentos para que pueda despertar aunque tiene marcas leves en el cuello y parte del pómulo izquierdo- el doctor habló.-tenemos que dejar pasar unas horas para que despierte.

-Muchas gracias doctor- Leo agradeció ya que Nico se sentó una vez comentó lo último.

-Nada que agradecer- sonrió a medias y se retiró.

-Dónde vive el loquito ese- dije mirándolos serio.

-No vas a ir hasta la casa, Enzo- se adelantó Leo.

-Te quedas acá- Ángel lo siguió.

-Pero no puede dejarla así, que se piensa- dije pasandome la manos por la cara.

you; enzo fernándezWhere stories live. Discover now