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Mis oídos zumbaban. Mí vista,se ponía negra y se aclaraba al segundo,mí cabeza daba miles de vuelta y mí cuerpo tambaleaba si no me agarraba de algo.

Largué una mueca al sentir como mis cabellos se pegaban a mí frente a causa del sudor frío. Mierda,sabía que debía quedarme en casa y no venir al trabajo hoy. Pero aquí estamos.

–¿Señorita se encuentra bien?– La voz del chico me era un poco difícil de escuchar a causa del zumbido de mis oídos.– Señorita...

–¡Se está por desmayar que alguien la ayude!– El gritó de la chica fue lo último que escuche y que recuerdo.

Mí cabeza daba vueltas y mí vista se aclaraba cada vez más. Mire a mí alrededor encontrándome en la habitación de un hospital. A mí lado,habia un médico mirando unos papeles y junto a el estaba Ken.

Lleve inconscientemente mí mano a mí frente como si esto ayudará a frenar un poco el mareo. Mí cabello daba asco,ya que pase mis dedos por este y solo podía sentir nudos.

–¿Cómo se encuentra Señorita?– Mire a mí derecha encontrándome con una enfermera. La cual,me miraba con una cálida sonrisa.

–Mi cabeza da vueltas.– Cerré mis ojos con fuerza.–¿Qué me pasó?

–Que bueno que ya te despertaste Hana. Tuviste una descomposición. Tendré que hacerte unas preguntas para ver qué pasó,solo respóndeme con la verdad.

–Joven,acompañeme hacia afuera.– Ken me miró antes de irse junto a la enfermera.

–Bien,¿Cuántos años tienes?

–18.

–¿Has consumido algo?

–No.

–¿Tomado algo?

–No,solo agua.

–¿Tuviste náuseas?

–No.

–¿Qué has comido?

–Un sandwich y no comí más nada.

–Muy mal,tienes que comer algo por la tarde y más si vas a salir o a trabajar como en tu casó.

Esté guardo su lapicera en el bolsillo del kimono para luego salir en busca de la enfermera,la cuál,entro enseguida. Lleve mí vista hacia el techo mientras escuchaba pequeños murmullos entre ambos.

–Hana, tendrás que quedarte media hora por las dudas. Si te encuentras bien,te podrás ir.

Solo asentí en forma de respuesta para luego escuchar la puerta cerrarse y el silenció inundó toda la sala. Bufé mientras llevaba ambas manos a mí estómago.

[...]

Ken se encargó en llevarme a casa en lo que los demás se encargaban de cerrar el negocio. Petición de Roberts,al enterarse de lo que me pasó. Dizque que tengo que descansar y los chicos podían tomarse el día o noche libre, más bien.

Con cuidado Ken me ayudó a subir hasta mí habitación,donde me sentó en la cama en lo que buscaba algo cómodo en mí ropero. Al final optó por unos shorts y una remera larga como de costumbre. O más bien,mí remera larga,la que uso de pijama.

Con cuidado me sacó el vestido para luego dejarlo a mí lado, comenzó a ayudarme a subirme el shorts y en lo que me colocaba la remera,se encargó de doblarme el vestido y dejarlo en la esquina de mí tocador.

El último tiempo la confianza en ambos fue demasiado. Así que no me incomodaba en absoluto que me ayudara a cambiarme,aunque también lo hizo para que no me cayera en el intento de ponerme el shorts sola. Ya que me daban pequeños mareos si me paraba de golpe.

𝙇𝙊𝙑𝙀 𝘼𝙉𝘿 𝘿𝙍𝙐𝙂𝙎 [Niragi]Where stories live. Discover now