1. Segundo primer día.

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Hoy empieza mi primer día de segundo semestre en la universidad y debo prepararme, ¿para qué o quién? No lo sé, I just feel like it. Hoy consigo mi amor adolescente a como de lugar. Mientras más tiempo pasa, más me desespero, pues yo deseo mi romance adolescente, no una novela de adulto joven.

Planché mi cabello azabache y elegí mi outfit la noche anterior. Solo quedaba maquillarme y salir a conquistar, digo, a estudiar. Y así fue, mi padre me llevó hasta la uni y allí me conseguí en la cafetería con el grupo que había establecido un semestre atrás.

-Mi amiga Asteria, las vacaciones sin duda te sentaron bien- dijo mi amigo más cercano, Ramsés. Para después abrazarme enérgicamente.

-No hay tiempos para saludarnos, debemos trazar el plan.- Interrumpe Alejandro. -¿cuál plan?- preguntamos los cinco al unísono. -Muéstrenme todos sus horarios- ordenó Alejandro- debo ver en que clases coincidimos, no queremos separarnos como Otero y Ernesto después de que dejaran la carrera, y por descarte, nuestra amistad- mencionó mientras pasaba nuestros horarios a una app para ver qué clases coincidian.

-No es que me alegre, pero menos mal, Otero nunca me terminó de caer bien, de hecho, nunca me cayó bien para empezar.- dijo Selena- Coincido- mencionó Daniela. -¿En serio? A nosotros no nos parecía malo, un poco hijo de papi, tal vez. -Alegó Fabián, el mayor del grupo.- Es porque ustedes no tienen tetas- dije. -¡Ey! Yo si tengo, no me insultes así- Se defiende Alejandro quien ha estado, desde que lo conozco, intentando ganar masa muscular, y vaya que lo ha logrado, es todo un gymbro.

-Bueno, ya no lo vamos a ver más, así que no tenemos que hablar de él y su terrible personalidad. -Dice Daniela- Ale, ¿ya está todo listo? Tengo una clase en 10 minutos- pregunta.

-Así es. De seis clases que vemos, solo tenemos una todos juntos, el resto coincidimos en alguna que otra. - Responde Alejandro.

Pude ver el dichoso documento y comparto todas mis clases con Alejandro, tres clases con Daniela y Fabian y solo una con Selena y Ramsés, a pesar de ser todos de la misma carrera. Supongo que no serán personajes recurrentes en esta temporada de mi vida, ¿la productora se habrá quedado sin presupuesto? Tal vez. ¿Me duele? Definitivamente, sin Ramsés cerca, no tendré con quien chismear sobre mis ligues y viceversa.

Al final cada quién fue a lo suyo. Alejandro y yo entramos a nuestra primera clase, donde todo estuvo... ¿cómo decirlo? interesante.

Se escuchaban murmullos en el salón que inmediatamente fueron extintos al entrar por la puerta un joven profesor, atractivo por no decir otra cosa. El hombre gozaba de buenos genes. Alto, 1.90 diría yo, musculoso, tanto que se le notaba a través de la camiseta. Tatuado hasta el cuello, con esa barba hipster que todo millenial quiere, pero pocos pueden tener, cabello oscuro y medio largo, peinado hacia atrás con gel y con una intensa mirada color celeste. Un DILF, en síntesis. Desde ya, sé que este profesor va a alborotar a las alumnas, y algunos alumnos, tal vez. Demasiado sex appeal en un solo cuerpo. Puedo oler las feromonas en el ambiente.

Deja una libreta sobre su escritorio y solo entonces proyecta su grave voz.

-Buenos días muchachos, me llamo Caín Zaya y yo seré su profesor de Comunicación este semestre. Aunque mis materias principales las verán desde el tercer semestre en adelante.-

-¿Qué ocurrió con el profesor Julio? Se supone que él nos iba a dar clases- Dijo una muchacha. -El profesor Julio fue diagnosticado con cáncer terminal y se dió de baja. Yo seré su reemplazo- respondió Caín- Para que conozcan más de mí, yo también estudié artes en esta universidad, me especialicé en música.- continuó. -En mi clase van a aprender a expresarse, por eso hablaremos primero de la oratoria, y para evaluar esto, tendremos un par de exposiciones para ver qué tan bien podrán desenvolverse en el ámbito...

- Ese hombre lleva demasiado- me susurra Ale, a lo que dejo escapar una leve risita. -Y aprecio que hagan silencio mientras explico. La puerta siempre está abierta, es la universidad. No están atados a ver esta clase, así que por favor, no la interrumpan- dijo mientras se volteaba buscando el origen del sonido que tanto lo molestó. Hicimos contacto visual. Intense. Me vio hasta los pecados, lo podía jurar; así como podría jurar que vi una pizca de confusión en su cara, solo por un segundo. Pero no fue nada, creo.

La clase prosiguió. Ahora nos invitó a presentarnos uno a uno para corregir nuestro lenguaje corporal, tono de voz, etc. Se presentaron varios, el profesor hizo observaciones puntuales y yo tomaba notas mentales para no cometer los mismos errores. Había que decir nombre, edad, algún pasatiempo, por qué elegimos la carrera, y si lo habíamos decidido, por cuál mención nos íbamos ir.

Mi turno llegó, así que me puse justo en frente del salón y ocultando mi nerviosismo empecé, me considero alguien bastante sociable, así que no me debería ir mal. -Me llamo Asteria Sanz, tengo 19 años recién cumplidos. Soy jugadora federada de Voleibol, estudio artes porque me dieron una beca si jugaba para el equipo de la universidad y ninguna otra carrera me llamaba realmente la atención. Y no, aún no he elegido mención, pero no tengo apuro, quiero explorar bien todas mis opciones.- Solté.

-Muy bien señorita Asteria.- Dice el profe con si grave voz posicionándose detrás de mí. -Solamente hizo falta una cosa.- dijo mientras posaba sus manos tatuadas sobre mis hombros. -Ajusta. Tu. Postura. - Recalcó mientras sus manos juntaban mis escápulas. -Eres alta, acéptalo y úsalo a tu favor. No trates de hacerte más pequeña. Porque nunca lo serás. -Escuchar esto me hizo algo de ruido, de la buena manera. Volteé la cara solo para encontrar sus ojos, sus manos dejaron mis hombros y le dije con firmeza- Entendido, profesor.

Al cabo de un rato la clase finalizó y me dispuse a guardar mis cosas para salir. El salón estaba solo, Alejandro salió rápido para poder ir al baño. -Eres idéntica a Andrómeda.- Dijo Caín sentado en el borde del escritorio, mirándome fijamente.

-¿Conoces a mi hermana?- pregunté absurdamente, si me la menciona es porque la conoce, Asteria.- Así es. Ella fue mi compañera cuando estudiábamos en estos mismos salones- respondió el con nostalgia. -Mándale saludos de mi parte- dijo para irse del salón. No sé porque no me sorprende que conozca a Andrómeda, todo el mundo tiene que ver con ella, y con más razón, es bellísima, no por algo es modelo. Pero ahora tengo curiosidad, así que le pediré todo el chisme en cuanto la vea. Pero mientras tanto, saco mi celular para escribirle a mi hermana que venga por mí.

Chófer 👯🏻‍♀️

Ya salí hermanita, me buscas?

Cuando vas a aprender manejar? 🙄

Un día de estos sis, te lo juroo

Lo siento sis, no puedo, tengo una pauta importante y la uni no me queda en el camino, take the bus baby, u got this.

Bueno, me toca bus hoy, así que salgo de la uni hasta la facultad de ciencias, dónde quedé con mi mejor amiga, mi armadora* estrella, Fiona.

Con ella, y su novio, Juan Diego. JD para los amigos. Caminamos hasta la parada. Alli mientras ellos hablaban, me quedé pensando en como todo mi esfuerzo por producirme fue en vano, pues no conocí al protagonista de mi amor adolescente, ya solo me queda un año y estoy perdiendo las esperanzas.

Subimos cuando se para el transporte. Fiona y JD se sientan juntos y yo tomo el puesto de atrás. Ya estaba preparando mis audífonos y justo cuando va a arrancar el bus, es detenido por un muchacho que da las gracias al montarse y se sienta en el último puesto libre, a mi lado.

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* En el voleibol las posiciones tienen nombre. El armador es aquel que, valga la redundancia, arma la jugada, poniendo la pelota en la posición justa para que pueda ser atacada. Es el cerebro en la cancha.

Una historia modernaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt