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—¡No sabía qué patinabas tan bien!—exclamó Xiao patidifuso.

—Yo tampoco—habló Venti entre risas. —¿Quieres comer algo? Ya son casi las 5.

—No estaría mal.

Xiao y Venti se dirigieron hacia uno de los puestos de comida cercanos. El aroma tentador de los dulces y platos calientes llenaba el aire, despertando el apetito de ambos. Se acercaron al puesto y observaron el variado menú que ofrecía.

—¿Qué te apetece comer, Xiao? —preguntó el de trenzas, examinando las opciones con curiosidad.

Xiao examinó el menú y sus ojos se iluminaron al ver uno de sus platos favoritos.

—¡Oh! ¡Aquí tienen Tofu con almendras! Me encanta. ¿Te gustaría probarlo? —propuso emocionado.

Venti asintió con una sonrisa y ambos pidieron el plato ya mencionado al amable vendedor.

Esperaron un poco y al final su comida fue servida. Encontraron un banco cercano donde pudieron sentarse y disfrutar del ambiente festivo.

Conversaron animadamente mientras compartían el plato, deleitándose con cada bocado sabroso. El cálido sabor de la comida y la compañía agradable hicieron que el momento fuera aún más especial.

—Podrías contarme algo de ti, si quieres—dijo el de ojos verdosos.

—Me gusta el patinaje sobre hielo pero, creo que eso ya lo sabías.

Venti rió hacia dicho comentario.

—Me gusta jugar a videojuegos, así me olvido un poco de todos mis problemas. No me gusta la gente y odio a mi chófer, sí.

—¿Quién es ese chófer?

—Se llama Tartaglia, coquetea con todo el mundo y a mi me pone de los nervios.

Los luceros de Venti se apagaron y su sonrisa desapareció.

—Oh, Tartaglia.

El más alto de los dos se encogió de hombros y apartó la mirada.

—Creo que debería irme—hizo una pausa mientras se levantaba del banco. —Xiao, ha sido un verdadero placer conocerte. Ten cuidado, ¿sí?

Xiao frunció el ceño confundido por la reacción repentina de Venti.

—Espera, Venti, ¿qué sucede? ¿Por qué te vas de repente?

El viento susurró suavemente alrededor del modelo mientras miraba a Xiao con pesar en sus ojos.

—Lo siento, Xiao. Creo que no deberíamos vernos más pero quiero que sepas que ha sido una de las tardes más geniales de mi vida.

Xiao se sintió desconcertado y herido por las palabras de Venti. No entendía por qué de repente quería alejarse y poner fin a su encuentro. Intentó aferrarse a la última frase de Venti, buscando algún tipo de explicación.

—Venti, no entiendo. ¿Qué ha pasado? ¿Hice algo mal?

El viento soplaba suavemente, como si las palabras del de trenzas estuvieran siendo llevadas lejos.

—No, no has hecho nada mal. Es solo... complicado. Hay cosas que no puedo explicarte ahora mismo.

La confusión de Xiao se mezcló con la tristeza y una sensación de pérdida. No quería que su tiempo juntos terminara tan abruptamente.

—Por favor, Venti, dime al menos qué está pasando. No quiero perderte así, sin entender.

Venti suspiró, mirando fijamente a Xiao con una expresión de dolor en sus luceros.

Hasta la cima 𖤐 𓈒࣪  ᭡ ˖Where stories live. Discover now