VIII. Confuso

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Habíamos terminado de tomar té con la familia y polola de Carol, sus papás eran muy cariñosos y se notaba que querían mucho a su hija. Me emocionaba y me daba pena a la vez ver como habían familias que si querian a sus hijos independiente de su orientación sexual. Les Agradecí haberme invitado a tomar once, tomé los platos y lo dejé en el lavaplatos con ayuda de Soledad, la polola de mi nueva amiga.

La Carol me indicó el camino a su pieza y cerró la puerta detrás de nosotros tres. Me senté en una silla que estaba acomodada al lado de un velador y ellas dos se sentaron en la cama. Los dos con la Carol habíamos planeado algo y ahora le íbamos a pedir ayuda a Sole.

-Amor, estuvimos hablando con el Claudio sobre algo...-Dijo tomándole la mano.

-¿Que pasó?- Preguntó abriendo los ojos con una expresión de miedo.

-No no, tranquila no es nada malo.-Acarició su hombro para tranquilizarla. Ella suspiró y asintió recobrando su sonrisa.-Bien... Mira, el Claudio necesita de mi ayuda para hacerme pasar por su polola.

-¿Y eso como para qué?-Fijó su mirada en mí con una leve expresión de desconfianza.

-Emm... Mira... Estoy teniendo problemas en mi casa... Porque... Creo que soy gay, mi papá me ha pegado y... No sé, cuando vi a la Carol después de tanto tiempo pensé que quizás ella podría ayudarme y...-Me estaba enredando demasiado, entonces Sole me interrumpió.

-Entiendo, entiendo... Ven aquí.-Me acerqué y ella me abrazó.-Tranquilo ¿Sí? Mira, yo no tengo papás... Así que no puedo entender al cien como es por lo que estás pasando, pero que sepas que si hay algo en lo que pueda ayudarte, puedes contar conmigo. Lo que sí, tienes que saber que no se puede vivir toda la vida con mentiras... Algún día vas a enamorarte de alguien y se siente bien feo esconderlo-Me sonrío levemente.

-Gracias.-Le sonreí de vuelta.

-Bien, ahora que estamos en confianza... ¿Quién es el afortunado?-Dijo la Carol mientras me hacía un espacio en la cama y me indicaba que me sentara junto a ellas. Me acomodé a su lado y me quedé pensando en que decirles.

-Eeeh...

-Vo' dale noma'.-Me alentó Soledad. La verdad me hacían sentir seguro, así que hablé.

-Me gusta un amigo.

-Un amigo...-Carol pensó unos segundos.- ¡Ya sé! El Jorge.

-¿Cómo...?

-¿Si és?-Preguntó emocionada.

-Sí, un poco...-Les confesé apenado.-Pero no creo que lleguemos a nada, no creo que a él le gusten los hombres.

-¿Me estay'?-Soltó Sole. Carol y yo la quedamos mirando.-No sé, mi radar gay late bien fuerte con el Jorge.

-Sí, a mí también como que me da unas vibras.-Afirmó Carol mientras se reía.

-¿De verdad?

-Sipooo'.

Después de que les conté que tenía sentimientos por el Jorge me sentía mucho más tranquilo y liberado, hablamos por largo rato hasta que ya se me estaba haciendo tarde. Nos despedimos y quedamos de vernos dentro de la semana. Me fui con una sonrisa en la cara y llegué a mi casa contento para contarles a mis padres sobre mi "supuesta" nueva polola.
Abrí la puerta y cuando entré estaban mis papás sentados en el sillón mirando tele. Me acerqué un poco para saludarlos.

-Hola hijo, ¿Cómo te fué?- Preguntó mi mamá con emoción. Mi papá miraba espectante.

-Holaaa, biennn... Tengo polola.-Les dije y me quedé analizando su reacción.

¿Amor? - JlaudioWhere stories live. Discover now