VII. ¿Y ella?

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Me acababa de despertar, lo primero que hice fue extender mi mano a través de las sábanas... Nada... ¿Nada? Abrí mis ojos y volteé mi cabeza para cerciorarme, efectivamente no había nada, más bien nadie. Ni rastro de Claudio.

No puede ser que solo haya sido un sueño... Acerqué mi cabeza a la almohada de al lado y apenas pegué mi nariz a ella, percibí un leve aroma a su perfume. Olí mas detenidamente y sí, tenía su olor... Olor a Claudio. Suspiré aliviado y una sonrisa se situó en mi cara. Dormí con él y más encima le di un beso. Me empecé a mover dando vueltas por la cama, casi parecía la típica cabra de las películas cliché de amor adolescente.

Aunque por un lado estaba triste por no poder haber visto su cara de recién despertado, hacerle cariño en la cabeza o poder prepararle el desayuno... La wea cursi conchetumare... Tanto que me reí del weon del Miguel cuando le andaba escribiendo cartas o mandándole flores a su polola y ahora yo... WEÓN que buena idea, tengo que regalarle flores. Unos golpes en mi puerta me hicieron salir de mis escenarios mentales. Entro mi mamá en la pieza.

-Buenos días hijo.-Se acercó hasta mí, me dio un beso en la mejilla y se sentó en el borde de la cama.

-Hola mamita.

-Estuve llamando para acá anoche pero las líneas estaban cortadas, me tenías preocupada.

-¿Se quedaron donde la tía verdad?-Le pregunté.

-Sí, acabamos de llegar como a las nueve. Tu hermana te iba a despertar, pero te veías tan cansado que preferí dejarte dormir un rato más.-Hizo una pausa y suspiró.- Y... Cuéntame, ¿Cómo les fue ayer?

-Súper bien-Sentí como se me formaba una sonrisa de forma involuntaria. Supieras mamita lo que pasó ayer, pensé.

-Se notaaa.-Dijo con el típico tono de mamá cuando te molesta con alguien.-Tienes una cara de enamorado... ¿Cuando presentas a la chiquilla?

-Ay mamá.-Me empecé a reír.-Nada que ver... Oiga, cuando usted llegó ¿No vio al Claudio?

-¿Al Claudito? No... ¿Por qué?

-Es que durmió aca anoche porque se nos pasó la hora y empezó el toque.

-Pero... Llámalo a su casa.

-Verdaaad eso voy a hacer.-Le sonreí. Ella me hizo un cariño en el pelo y salió de le pieza.

Tengo que llamar al Claudio. Para pedirle salir hoy y... No sé... ¿Será muy pronto para pedirle pololeo? o ¿Para dicirle que se case conmigo? Yiaa el weón intenso. Agarré el teléfono y marqué el número de su casa un par de tonos y escuché la voz de su padre al otro lado de la línea.

-¿Aló?

-Hola tío, como es- La llamada de cortó, me quedé en silencio. ¿Por qué me colgó? Puede que haya sido un error... Esperé unos minutos y marqué nuevamente.

-¿Aló?- Nuevamente su papá contestó.

-Hola, soy el Jorge... Quería preguntarle si ¿Podía hablar con el Claudio?

-No está.-Replicó con un tono super duro. Tragué saliva y sentí un escalofrío recorriendo mi espalda.

-Bueno, si usted puede le dice que me llame porfa...

¿Amor? - JlaudioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora