Tentación ( Camren )

Capitulo 1

-La Despedida.

Camila Pov:

Estaba parada frente a mi armario en ropa interior, mirando detenidamente cual seria el atuendo indicado para usar en mi último día de libertad.

Suspiré con fastidio al recordar que mis padres me habían inscrito a un colegio de gran "prestigio" y no, no tenía problema con eso, mi problema era que ese colegio era un internado. Según mi padre eso era lo que necesitaba, ya que ese colegio ofrecía clases privadas para personas especiales, y déjenme aclarar que no es que estuviese loca, para todos ya no era un secreto que existimos humanos que naciamos con habilidades especiales, mi padre asistió a ese colegio ya que gracias a él, herede lo que ahora llamo "Una personalidad electrizante", pero ahora piensa enviarme a aquel lugar ya que dice que necesito "ayuda" para controlarlo.

—¡Esto es perfecto!— Saqué una camisa negra ajustada a mi cuerpo de mangas largas que dejaba ver mi espalda y una pequeña falda blanca, luego de estar segura que era lo indicado camine hacia la cama para comenzar a vestirme.

Hice un pequeño tronar de dedos mientras sonreía victoriosa al ver que las luces se encendieron. —Y mi papá dice que necesito ayuda, esta vez no exploto ningún fusible— Conversaba conmigo misma, normalmente hacia explotar algo y todo era accidentalmente claro, comencé a vestirme tratando de pensar que cosas positivas podría encontrar en ese internado, perder mi libertad, pasarla aburrida, seguro comida horrible, suspiré con fastidio al notar que parecía que en vez de animarme me enterraba más en la depresión de no tener más alternativa.

Al fin había terminado de vestirme, hoy saldría a ver que hermosa chica tendría el privilegio de estar conmigo por esta noche, y como arte de magia una cosa positiva vino a mi mente, haciendo que tronara mis dedos animada. —Mi padre dijo que para clases y casi todo separaban a las chicas de los chicos así que prácticamente seria internado femenino.— Comencé a divagar en futuros planes. —¡Seguro habrá material para escoger!— Escuché un pequeño estallido provenir de la sala, haciendo que inmediatamente cubriera mi rostro sabiendo lo que había ocurrido.

Me había emocionado por la única cosa buena que quizás tendría ese internado, olvidando por completo controlar mis emociones, escuché el grito de mi padre que me llamaba, rápidamente me mire por ultima vez al espejo para saber si estaba perfecta, como siempre, lo estaba, sonreí tomando mi cartera para salir casi corriendo de mi cuarto.

—¡Lo sientooo!— Grité, al salir noté que la sala ya tenía luz, y supuse que como siempre, mi padre había arreglado rápido lo que había hecho explotar, pero como era de esperarse, estaba parado frente a mi de brazos cruzados mirándome con esos ojos de "Y dices que lo controlas", antes que fuera a decir algo, agregue. —En mi defensa, no me creerás que estaba pensando en lo divertido que quizás me la pasaré en el internado.— Había colocado mis manos justas, con mi cara de "la chica mas buena y dulce del mundo" que siempre funcionaba. —Así que, eso no cuenta como perder el control, solo me alegre del aprendizaje escolar que tendré.— Él en ese instante, comenzó a reír a carcajadas haciendo que mi expresión cambiara por completo. —¿De qué te ríes?— Pregunté cruzándome de brazos.

—Camila ni tú te crees eso, todo el verano has pasado tratando de convencerme que no te mande a "la carcel ".— Mire mi reloj, ya iba tarde a la fiesta y obviamente no le diría porque creía que me la pasaría bien en el internado, así que solo suspiré y me acerque a él para abrazarlo.

—Iré a mi ultima noche de libertad, vuelvo pronto.— Me despedí con un beso, comenzando a bajar las escaleras para salir de casa.