Prólogo

824 43 25
                                    

En un pequeño taller a casi oscuras se podía observar la silueta de una chica joven, una chica de no más de 16 años.

Estaba tan consentrada en una especie de artefacto que estaba soldando y con música a todo volumen, prácticamente estaba hundida en su propio mundo sin prestar atención a su alrededor.

—¡Jinx! —se escucho una voz de fondo, apenas era audible por la música a todo volumen— ¡Jinx, Jinx! ¡JINX!

—¡Es mi nombre! —se volteo con una amplia sonrisa, mientras su reproductor de música fue apagado de un golpe.—

—¡Dios! —exclamo con fustración su hermana mayor— ¿Que carajos hiciste ahora? Caitlyn me llamo alterada diciendo que te volviste a meter en problemas.

—Oh vamos, ¡no fue para tanto! —Jinx desvío su mirada indignada y se cruzó de brazos— Además, lo que pasó hoy no lo hice sola.

—Estoy informada de eso, Pow-pow —Vi suspiro y sobó su cien— Me dijo que la chica gótica te ayudo.

—Sep, así es. Así que no fui la única que se metió en problemas —como si nada, volvió su vista a el objeto sobre la mesa— No fue para tanto de todas formas...

—¿No lo fue? —la alfa mayor siseó incrédula— ¡Literalmente mataste a alguien hoy!

—¿Y? —miro nuevamente a su hermana con su ceja alzada— He matado más personas que a una, y tú lo sabes.

Y así se formó un silencio un incómodo.

Jinx Lanes; una alfa de 16 años. Teniendo un perfil muy desastroso en los títulos penales; siendo causante de explosiones de alto rango, muertes, robos o ya sea por grafitear paredes en algunos callejones por pura diversión.

—Ay Pow-pow, se que sigue siendo difícil adaptarse a este nuevo mundo. Pero no estamos en Zaun —el tono que Vi utilizo fue uno serio, porque este era un momento serio en verdad— Solo tenemos que seguir la rutina de vida que tienen por aquí, te puedo pasar un poco el hecho que vayas a grafitear las paredes de los callejones; pero matar a alguien, eso sí no...

—Lo sé, me lo has repetido millones de veces —dijo la pelirroja ya irritada— Se que es un delito por aquí, lo era igual en Runaterra, pero aquí es peor.

—Deja de meterte en tantos problemas, ¿si? —suspirando, Vi le dió una palmadita en el hombro a su hermana— No quiero que vuelvan a mandarte a la correccional.

—Ni ahí me soportaron, en menos de una hora ya estaba de regreso contigo y la señorita sombrerotes.

—Como sea, ahora vamos. La cena ya esta lista —la pelirosa se dio vuelta para caminar a la salida y asi ir junto a su esposa.—

Violet Kiramman; una mujer joven de 27 años, siendo una alfa. Casada con una omega, la más hermosa que a visto en vida (según ella), es una oficial de policía, claro que en Runaterra, su universo natal, era Vigilante de Piltover y su esposa era y sigue siendo la Sheriff.

—¿Ya hablaste con ella? —fue lo primero que pregunto Caitlyn al ver a su esposa.—

—Si lo hice. Pero ya la conoces —le respondió mientras se acercaba y la abrazaba por la espalda—... ya no se que hacer, cupcake.

—Tranquila Vi, con el tiempo entenderá... que quien sabe cuando sea —murmuro lo último.—

Caitlyn Kiramman; una omega de 26 años. Esposa de Vi desde hace unos 3 años, es la jefa de el departamento de policía y Sheriff en Runaterra, hija de una de las consejeras de Piltover y de un gran hombre que es inventor.

Cabe destacar que a la hora de casarse, Caitlyn quería que Vi llevará su apellido, ya qué si bien; ella siendo una zaunita no tenía un registro en Piltover y no iba a ser válido del todo. Así que por eso, lleva el apellido de su omega, mientras tanto; Jinx logro evitar llevar el mismo apellido.

Tenías que ser tú | Wenclair & LightcannonWhere stories live. Discover now