Ethan Anderson...
Un chico amable, géneros, inteligente y encantador o eso es lo que los demás piensan de el, incluido sus amigos, la verdad es que qué el siempre fue violento, inmaduro, egocéntrico, un hipócrita obsesivo y todo eso empeoró con la llegada de BECKARIA CULLEN. Día y noche averiguando cada cosa de la chica por más diminuta e insensata que sea.
- seras mia, sea como sea...
Era en lo único que pensaba, cada lado, cada lugar en el que estaba, el estaba ahí, observándola de lejos siempre, era como que sí ella tuviera algo que lo atrapará en cada momento, su sonrisa, su mirada, su forma de reír, todo, quería todo de ella y no le importaba sí tenía que llegar a forzarla para que esté con el.
- me vuelves loco...
Hubo en una ocasión en donde la persiguió hasta el vestuario de mujeres, podía verla, la manera en como se quitaba la ropa, era demasiado sensual o ardiente, no sabía la palabra exacta por qué sabía que se quedaba corto, la cosa era que verla en ropa interior le ocasionaba un satisfactorio cosquilleo en su entrepierna, tanto así que no pudo aguantar ni si quiera un segundo en mąstûrbærsë.
- si...
Cómo todas las veces que lo había hecho, fue hacia la casa de Beck para poder ir a espiarla cuando dormía, le encantaba verla en ese estado, parecía un ángel, mucho más de lo que ya era, pero el no esperaba chocar contra su auto.
- No, no, carajo, ¿Que hice?...
No podía estar ahí tanto tiempo, no cuando un auto se acercaba.
- Espero que no sepas de esto... Beckaria
Esa noche intento huir lo más lejos posible, no pensaba terminar en un bar pero era mejor si pasaba desapercibido. El alcohol había inundado su sangre tratando de sacar la aterradora imagen de una Beck llena de sangre y heridas profundas, de pronto una voz lo había cautivado.
- Is it too late to see you?...
La chica cantaba como si de eso dependiera su vida, era hermosa, incluso muchísimo más que Beckaria, sus ojos color gris resaltaban con el delineado negro, su largo peló color castaño claro llegaba hasta abajo de su cintura, el vestido gris que traía puesto se amoldaba con la complextura de su cuerpo perfecto, pero lo que más le encantó fue su lunar junto a su labio.
- Baby, I'm yours...
Los dos terminaron la noche llena de gemidos, besos y palabras obscena provocadas por el alcohol en sus venas. Cuando despertó no pudo parar de mirarla, se veía tan tranquila, tan sumisa, lo amaba, la amaba, era como si de pronto Beckaria no importará, como si ella hubiera pasado de un mil a un menos uno.
- simplemente perfecta...
Cuando se enteró de que Beck había perdido la memoria no dudó ni un segundo en utilizarla a su favor, si bien ya no le atraía, no iba a permitir que una estúpida chica arruinará su vida. Cada vez se había acercado más y más a ella hasta ganar su confianza, fue fácil en un principio pero lo que lo complicaba o mejor dicho quienes lo complicaban era la familia de la chica, siempre estaban ahí con un mirada bastante severa que daba miedo.
- entrometidos...
La que lo puso un poco más fácil fue su amiga Giorgia, sé agradecía internamente en tener a esa maldita perra bisexual a su lado, pensaba que no podía ser más perfecto de lo que ya era, tenía a sus pies a una chica hermosa que hacía cualquier cosa por el y la zorra no recordaba nada o eso creía el ya que no tenía en cuenta que el karma existía y lo pagaban las personas igual de asquerosas que el.
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Perdón por hacerlo tan corto, es que me dió demasiado asco escribir está parte de la historia, es más, es uno de los capítulos que más he odiado escribir de mis historias, aún que no me agrade para nada esté capítulo es esencial para poder saber más del lado de Ethan y que clase de chico es en realidad
Bueno, hasta acá los dejo, y perdón si él episodio también le genera asco al igual que a mí, adiós...
