Mi gordo hermoso (EN CURSO)

Capitulo 16: Los nuevos.

                   ~1 semana después~

A pasado una semana desde que decidí darle fin a lo que estaba comenzando entre Diego y yo, ha sido un poco difícil y a la vez doloroso el llegar a la escuela, cruzarnos en los pasillos y hacer como si no lo conozco. En el poco tiempo que estuve con el me sentía muy bien pero, lo que a veces crees que es perfecto termina siendo como lo peor que a pasado en tu vida. Ya he tenido suficiente y no quiero más problemas en esta escuela.

En mi casa pues... mamá me trata igual que siempre, pero papá aún sigue con su indiferencia, se que para ningún padre es normal que su hijo sea gay, ya que ellos siempre sueñan con que sus hijos sean futbolistas o beisbolistas, también que tengan muchas novias, que ande de pica flor con cuantas chicas se les atraviese en el medio, que se lleguen a casar algún día, que sus hijos les den muchos nietos y así ellos puedan convertirse en abuelos algún día. Pues yo no voy a ser ese hijo con el que mi padre soñó y ese tipo de historia no creo que pase en mi vida, quizás papá esté decepcionado de mí, pero algún día tendrá que aceptar mis preferencias sexuales y aceptarme tal y como soy.

La semana pasada a sido una de las más tranquilas que he tenido desde que llegue a la "ESCUELA FERNANDO PEÑALVER" ya que Carlos no ha estado presente gracias a su expulsión, pero ya su expulsión a llegado a su fin y hoy vuelve a clases así que tendré que soportar todas sus burlas en el salón de clases.

—¡Buenos días!— dijo el profesor de matemáticas al entrar al salón de clases a lo que nosotros respondimos de igual manera con un ligero —¡Buenos días!—

—Jóvenes... antes de comenzar la clase quier..— ... —¡Buenos días!— interrumpió Carlos al entrar al salón de clases he hizo que el profesor cambiara de tema.

—¡Amichi¡— gritó Alicia muy alegre, se levantó de su asiento y corrió hacia el para abrazarlo.

—Carlos... ha terminado tu expulsión, que bien— dijo el profesor con una media sonrisa —toma asiento, y tú también Alicia, tengo que darles una información—

Carlos y Alicia se dirigieron a sus asientos y el profesor retomó el tema en donde lo había dejado —cómo les decía, antes de dar inicio a la clase del día de hoy es importante que sepan que tendrán un nuevo compañero de clases— todos en el salón de comenzaron a murmurar.

—Con tal no sea gordo, pelón, negro y asqueroso como Nicolás, está todo bien— dijo Carlos, automáticamente todos comenzaron a reír —ya comenzó otra semana de tortura— "Pensé" también pude notar que Claudia y Diego miraban a Carlos con cara de ira.

—Carlos. Por favor respete a Nicolás ¿si? Muchachos, no es gracioso burlarnos de nuestros compañeros por su físico ¡Está claro! — dijo el profesor con seriedad —¡ESTÁ CLARO!— repitió en voz alta a lo que todos respondieron al unísono —¡Si... profesor!—

—¡Pase adelante!— dijo el profesor mientras miraba hacia la puerta, luego entró un chico tamaño normal, cabello negro con algunos reflejos amarillos, de un físico normal, una piel algo bronceada, cejas muy gruesas y en una de ellas tenía un pequeño corte que al parecer se lo hizo con una máquina de afeitar, en su brazo derecho lleva una pañoleta azul igual al uniforme correspondiente y en su cuello lleva una cadena plateada muy gruesa. El chico es algo atractivo, lo que hizo que todas las chicas se quedaran perplejas viéndolo de pies a cabeza.

—Bienvenido a la "ESCUELA FERNANDO PEÑALVER"— dijo el profesor —¿su nombre?—

—Me llamó Brayan— el chico nuevo respondió sin dar ningún tipo de expresión, solo miraba al profesor fijamente con mucha seriedad.

—Brayan... ¿Que?— preguntó el profesor arqueando una ceja.

—Brayan Hernández. Aunque no va a ser importante que sepan mi nombre ni mi apellido porque no quiero que nadie me dirija la palabra, no quiero que se me acerquen y mucho menos quiero tener amigos— dicho el chico que se llama Brayan de forma cortante.