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Christian estaba sentado en su habitación. Tirando de su miembro. Gotas de sudor en su frente. Sus ojos apuntaban hacia su miembro en un enfoque profundo tratando de correrse. Gemidos y gruñidos salieron de su garganta mientras trataba de ahogar su placer.
T/N estaba en la habitación de al lado. No quería despertarla con su necesidad egoísta de liberación. Así que se levantó de la cama que compartían y fue al baño. El baño tenía un espejo que cubría cada pared.
Se miró a sí mismo masturbándose. La exhibición lasciva lo excitó, pero sus pensamientos son los que hicieron que su perversión se disparara. Sus pensamientos estaban en Y/N dominándolo.
Quería que ella lo atara al estilo shibari. Estaba avergonzado de decir que disfrutó tanto de este estilo, pero realmente lo excitó cuando ella lo puso de rodillas y limitó cada parte sin esfuerzo.
Tendría los brazos atados detrás de la espalda y las piernas abiertas para que su miembro se exhibiera por completo. Y/N verificaría si estaba demasiado apretado para que no se sintiera demasiado constreñido o asustado. Los quería más apretados. Quería que estuvieran tan apretados que dejaran marcas durante unas horas, posiblemente días, después de soltarlos.
Mientras pensaba en esto, sus ojos se cerraron y su cabeza cayó hacia atrás. Su boca se mantuvo abierta, pero pronto tiró de su mandíbula hacia arriba permitiendo que su labio inferior quedara entre sus dientes.
"Sí, señora... Hng... Joder, sí... Ahhh", gimió. Empezó a sentir el placer brotando dentro de él.
Podía imaginar su hermosa piel negra brillando mientras no usaba nada. A sus ojos, su cuerpo fue esculpido y acariciado por los dioses. Estaba enamorado de ella y no podía creer cómo se volvió tan afortunado de ver su belleza todos los días.
Para ella, tocarlo era vigorizante. Que ella lo abrazara era maravilloso. Para ella, hablar con él era cautivador. Que ella lo dominara era una bendición y aquí estaba él masturbándose con la idea de que ella lo atara y ni siquiera le pusiera un dedo encima hasta que ella quisiera.
La imaginó desnuda sentada en el sofá frente a él. Su cuerpo a la vista con las piernas cruzadas y los brazos cruzados. Todo lo que podía ver eran sus pezones. El tesoro que quería ver estaba cubierto por sus jugosas piernas que se movían con cada paso que daba al caminar.
Su cabello enrollado se sentó sobre su cabeza como una corona de nubes flotantes. Ella lo miró atado y su miembro estaba completamente erecto. Señalando hacia ella como si quisiera su atención.
El sudor comenzó a gotear por su frente derecha cuando comenzó a llegar al clímax. Mientras comenzaba a imaginar más a Y/N en el sofá observándolo. Ella comenzó a abrir sus piernas cruzadas mostrando el tesoro que estaba buscando.
"¿Era esto lo que querías?", bromeó. Él respondió exteriormente: "Sí..."
Ella arqueó la ceja derecha, "Sí... ¿Qué?"
"Sí, señora", se podía escuchar un temblor en su voz.
"Ah, eso está mejor... Ahora, ¿qué quieres hacer una vez que te permita acercarte a mí?", Se echó hacia atrás apoyándose en sus codos.
