Our Destiny

Capítulo 14

Harry observaba el teléfono en su mano. Sus rizos desordenados caían sobre su frente y todavía vestía su ropa de dormir. Había despertado tarde, no había asistido a la escuela y realmente no le importaba demasiado.

"¿Hay alguna manera de que la cita se posponga hasta el día de mañana? Mi descanso es mañana y no sé si haya forma de conseguir un permiso en el trabajo hoy."

Leyó una y otra vez el mensaje de Louis. Uno de los tantos que había en sus archivos de mensajes. Aunque los demás no los había respondido, éste sí tenía intención de responderlo.

Ladeó la cabeza y comenzó a teclear sobre la pantalla del móvil.

"No, no la hay. Si no puedes venir, entonces no lo hagas. Puedo asistir solo."

Arrojó su teléfono en la cama y se desvistió camino al baño con lentitud, cuando entró, lo primero que hizo fue observar el reflejo de su cuerpo en el espejo completo. Se colocó de lado y bajó la vista hasta su vientre. Detalló con cuidado su anatomía y al final, una pequeña sonrisa creció en sus labios.

—Ahí estás... —murmuró, acariciando suavemente la diminuta, diminuta, curva que se sobresalía al final de su vientre. Siempre había tenido una complexión delgada y ahora era como si solo hubiese subido un kilo más, porque apenas y podía darse cuenta de la diferencia.

Caminó hasta la ducha y abrió la llave, sintiendo el agua caer después para comenzar a limpiarse.

Louis todavía era un tema difícil para él, aunque al final había entendido el actuar del alfa, que según Harry, no había querido relacionarse con él más allá del cachorro, seguía resultando difícil por la necesidad incontrolada que sentía al ansiar su presencia.

Sabía que no podía querer a Louis como un alfa, que no podía desearlo como una pareja, que no debía creer que existía conexión entre ellos y aún así, no podía evitar sentirlo de esa forma, porque su omega era débil y terco, porque estaba siendo influenciado por la dependencia del embarazado y por la necesidad de sentir un apoyo constante a su lado. Quería ser mimado, consentido y apreciado en momentos vulnerables, quería sentir que podía refugiarse en los brazos de alguien y estar seguro.

Pero aceptó que no tendría eso. Aceptó que viviría una etapa difícil porque así había sido desde el comienzo de su embarazo. Había sido difícil desde el día uno, dónde había anudado con un alfa que apenas y había saludado en el pasado y con el que no compartía relación alguna. Debió haber sabido desde mucho antes que nada surgiría entre ellos, pero había sido tonto e inexperto, creyendo que las miradas, las sonrisas y los toque suaves podían significar algo, cuando no era así.

No culpaba de todo a Louis, pues él mismo había permitido que todo aquello sucediera. El mismo se había negado a pensar por un momento que nada iba a resultar bien y decidió subir en una nube de confianza para luego ser solo empujado de vuelta abajo.

Y estaba bien, porque así era como se obtenía la experiencia, con prueba y error. Con intento y fracaso. Con ilusión y desilusión.

Ahora Harry sabía con qué contar y con qué no. Sabía en qué creer y en qué no. Sabía que la relación con Louis se limitaba nada más al cachorro que crecía en su vientre, y aunque su omega se negará a aceptar eso, Harry y su razón estaban de acuerdo en fijar bien una separación absoluta de actos y sentimientos. Usaría cada una de sus fuerzas para olvidar por completo que en algún momento creyó que las cosas con ese alfa podrían ser distintas, que podrían resultar bien y que quizás, incluso podrían formar una familia.

No más de eso. No más ilusión ni confianza en Louis Tomlinson, porque Harry se había cansado de llorar, de sentirse insuficiente y de sentirse estúpido. Se hundió un tiempo en la desolación pero solo porque lo había permitido, dejó que las suaves palabras y los toques de Louis le hicieran imaginar algo bueno y resultó herido por ello. Así que no habría más de eso. Porque estaba exhausto, porque había tenido suficiente y porque sabía que por sí mismo, podría hacerlo increíble.