18.

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La semana ha pasado increíblemente rápido,  ya es sábado y no entiendo porqué todo esta en mi contra, mamá no tiene guardia y quiere un “día de chicas". Bruno quiere salir también, Antonieta no aparece, Paula no me ha escrito, ni me ha dicho nada y ayer estaba evadiéndome, en fin. Pienso en no darme mala vida.

Mai: Hija ¿estáis lista? – volteé a ver a mi mamá, Dios soy tan igual a ella –
Lu: Ya casi mamá, termino de maquillarme y lista – asintió y fue por Andrea –

Y diez minutos después estábamos saliendo al centro comercial, mi mamá decidió que fuéramos en mi coche así que yo iba manejando, cantando a todo pulmón con Andrea mientras mamá se reía y nos grababa.

Veinte minutos más tarde ya estábamos llegando al centro comercial, mamá y Andrea se bajaron y yo fui a buscar lugar donde aparcar el coche, hubiese preferido no manejar odio estos momentos pareciera que toda Madrid salió hoy, luego de diez minutos ya estaba camino a encontrarme con mi mamá y mi hermana, iba tan sumergida en mi conversación con Sof que me tropecé con alguien, no podía creer esto, no ahorita, era ella e iba con su prometido, su mirada fue al piso, me disculpé y seguí mi camino. La odio, si, eso es lo que siento, iba como alma que lleva al diablo, pero cuando vi a mi mamá y Andrea reír se me olvido el resto.


Pasamos el día entre risas, de tienda en tienda, me encontré a Valeria y Carolina, Valeria me preguntó por Antonieta y Carolina por Sofía, le aconsejé a Valeria de ser insistente o Antonieta correría y se fue feliz, no igual que Carolina que no pude ayudarla. Bruno pasó por mí a eso de las 7 de la tarde y fuimos al cine, luego fuimos a un parque de diversiones donde me pidió ser su novia, sí, acepté serlo.

Luego fuimos a cenar y como todo caballero a medianoche me estaba dejando en casa, pedí que entrará y ofrecerle algo de tomar pero debía irse tenía que trabajar al otro día, es raro porque era Domingo pero decidí no preguntar.

Ahora estoy acostada en el sofá comiendo chocolate mientras veo “Érase una vez" la verdad la veo por el personaje de Regina Mills y ya voy en la 4ta temporada, la casa está tranquila, las luces apagadas cuando el timbre retumbo en toda la casa, así que fui a abrir y era Paula pero no la perfecta Paula Valenzuela, sino una desaliñada y me sorprendió hasta llegué a asustarme pensé que le pasaba algo, así que la hice pasar, su mirada era intensa, sus ojos grises estaban rojos quizás de haber llorado, la nariz la tenía muy roja y sus mejillas igual, me partió el corazón, mi móvil sonaba pero me pidió que no atendiera, estaba esperando que me dijera algo más.

Pau: ¿Por qué? – Susurró mientras su voz se quebraba, no entendí y fruncí el ceño –
Lu: ¿Por qué? ¿Qué? – pregunté sin entender –
Pau: ¿Por qué él? – la miré sorprendida – es mi gemelo – susurró cabizbaja –
Lu: Él nunca me ha tratado como tú Paula – ella estaba cabizbaja y suspiraba –
Pau: Yo… tengo miedo Lucía, no es que no haya estado con mujeres antes pero contigo es diferente y yo tengo que casarme en pocos meses – subió  la mirada y una lágrima recorría su mejilla – disculpa por ser tan cobarde – sonrió nostálgica y yo suspiré –
Lu: Tú tenías una vida antes de conocerme Paula, no te preocupes – asintió triste – ¿Has venido en tu coche? – pregunte, asintió y escuchamos un trueno, lo que la asustó mucho y salto a mis brazos, me reí y me pegó en el hombro – Joder, Paula Valenzuela le tiene miedo a los truenos – me fulminó con la mirada – Perdón – subí las manos en modo de paz y se reía –
Pau: Mejor me voy – dijo con la voz ronca y se separó de mí, la seguí pero empezó a llover ¿Lluvia en verano? ¿Esto es en serio? –
Lu: Mejor espera a que deje de llover – digo, suspiró y aceptó –

Le conté que estaba viendo una serie y se sentó a mi lado a verla, cuando íbamos por la mitad se quedó dormida, se veía tan hermosa, llena de paz, unos cabellos rebeldes se corrían por su hermosa cara y los coloqué detrás de la oreja, tomé toda la fuerza que no tengo y la cargué para subir, ya arriba la acosté y la arrope, caminé hasta la ventana para ver la lluvia caer, me encantaba hacerlo, mis pensamientos inundaban todo mi ser y la lluvia me calmaba pero la escuché hablar y me quedé en blanco.

Pau: Eres tan hermosa Lucía – resople y seguí mirando la lluvia por la ventana mientras estaba cruzada de brazos – ven a dormir – lo medite por un segundo e hice caso –

Fui a la cama y nos miramos unos segundos eternos, pasó su brazo por mis hombros y me acurruque en su pecho, así nos quedamos dormidas.

I BELIEVE IN YOUR LOVEWhere stories live. Discover now