AMOR PROHIBIDO

CAPÍTULO 8

Un corto tiempo después...

👑 Young Saeng 👑

Saeng se dispuso a sentarse en una de los asientos disponibles, calmandose y llenando de aire sus pulmones. Le dolía las piernas, por la tremenda bailada que se habia metido con sus buenas amistades.

Jae como siempre estaba a su lado, desde que se arreglo para su presentación de sus gloriosos 19 años, no le había dejado ningún instante. Amaba a su amigo. Siwon también había asistido a su cumpleaños, pero no fue solo, por que a su lado se encontraba un chico muy simpático a quien presentó con el nombre de Heechul. Y luego de ellos, estaban los incomparables, Min y Jun, más unidos que nunca, sentía algo de celos en esos momentos, sus amigos podia estar cerca, sin temer al bailar lo más pegado posible. En cambio Saeng, solo alcanzaba ver de lejos a su atractivo tutor, con aquel traje a medida, que se estallaba fantásticamente a tan buen cuerpo que poseía.

Necesitaría un babero urgente.

Por lo menos estaba ahí, dándose por momentos miradas discretas. Temía no haber podido compartir aquel momento junto a Hyun, luego de la escena de celos. Pero el hombre literalmente le había rogado por su perdón. Saeng quiso hacerse un tanto el difícil, pero los dulces y sobre todo el puchero de niño inocente que Hyun le enseñó, lo enamoró mucho más. Y no se pudo resistir a perdonarlo.

Aunque de igual forma habían estado algo alejados, y no una lejanía incómoda, fue solo una lejanía tristemente necesaria. Hyun obtuvo algo de trabajo extra, y que mayormente terminaba por llegar tarde a casa, e incluso tuvo que viajar a Francia, que le tomó alrededor de una semana en regresar. Saeng lo llegaba a entender y no podía quejarse, su tutor lo consentía cada vez que lograban estar juntos, y el buen sexo a escondidas, nunca había faltado.

Hyun era tan perfecto ante sus ojos. Aquel hombre que ahora brindaba junto con las grandes amistades de su padre, podría ser tan recto e inexpresivo cuando se trataba de negocios. Pero cuando estaba con Saeng, se convertía en el ser mas cariñoso y apasionado del mundo.

—Lo vas a gastar al pobre hombre, por... por tanto que lo miras —un Jae algo pasado de copas se acercaba, ocupando una silla al lado suyo.

—Es lo unico que puedo hacer... durante toda la presentación, no he podido ni un beso robarle —se quejó, produciendo un tierno puchero, sin dejar de observar a su sexy tutor.

—Y porque... no se dan... dan una escapada... son muy... muy buenos en eso —expresó Jae, llevándose la copa de vino a la boca. Saeng estaba seguro que su amigo terminaría arrastrándose hasta llegar a casa.

—Lo desearía, pero mi padre no se a despegado de mi Hyun, ni llendo a los servicios —sonrió Saeng algo desanimado.

Sintió el rostro de Jae apoyado en su hombro, su amigo estaba apuntó de ir derechito al país de los sueños.

Eran ya las 2 de la mañana, supuso que era tiempo de que se marcharán a descansar, y los chicos decidieron lo mismo, ofreciéndose ayudar a subir al auto, a un adormilado Jae.

Saeng tuvo que despedirse de su padre y de los demás acompañantes, e incluso de su Hyun, a quien le dedicó una iluminada sonrisa antes de dejar a todos en sus propios asuntos de negocios.

Min y Jun se fueron con Jae, mientras que Siwon y su acompañante se retiraron en otro auto.

Bajo el cielo nocturno, Saeng se encontraba esperando, en uno de las banquetas que se encontraba bajo un enorme árbol, adornado con unas preciosas luces en forma de estrellas, que colgadas en las fuertes ramas.

Su cuerpo merecía un buen descanso, las apretadas prendas de su traje parecían ya estar incomodandolo. Se retiro el saco, dejandolo a un lado de la banqueta, se desató un poco la asfixiantes corbata y soltó algunos de sus botones.