NATURALEZAS

284 27 15
                                    


Estaba siendo una semana horrible.

Yo sabía que no había cambiado nada sustancial. Bueno, Victoria no se había rendido, pero ¿acaso había esperado yo alguna vez que fuera de otro modo? Su reaparición sólo había confirmado lo que ya sabía. No tenía motivo para asustarme como si fuera algo nuevo. Eso en teoría. Porque no sentir pánico es algo más fácil de decir que de hacer.

Solo quedaban unas pocas semanas para la graduación pero me preguntaba si no era un poco estúpido quedarme sentada, débil y apetecible, esperando el próximo desastre, como si estuviera atrayendo conscientemente peligro. Me sentía impotente.

Había planteado mi preocupación a Sam la siguiente vez que fuimos a la cabaña de Emily. Él había dicho:

—Somos ocho contra una, Bella, dudo que la pelirroja pueda sorprendernos con la guardia baja. No dejaremos que te pase nada malo.

Jared había continuado:

—Estoy muy contento de que Jake te contara la verdad. Todo es mucho más divertido contigo por aquí.

Leah lo había mirado con cara de pocos amigos. Emily había puesto los ojos en blanco y luego prosiguió a calmarme y convencerme de que todo saldría bien.

Así que el acuerdo consistía en que lo mejor que podía hacer era olvidarme de que un vampiro desquiciado quería cazarme para matarme. Y ocuparme de mis asuntos. Y lo intenté. Y de modo sorprendente, había otras cosas casi tan estresantes en las que concentrarme, como por ejemplo la guerra entre Jacob y Edward o lo que haría luego de graduarme ya que no tenía suficiente dinero para pagar la universidad y me negaba a pedirle ayuda a mis padres.

Había sido una semana malísima en su conjunto, y aquel día, el peor de todos. Siempre eran días malos cuando no podía ver a Jacob. Él, Sam y los demás parecían estarse forzando más si todavía cabía. Emily me había dicho que tenían planeado pasar todo el fin de semana en el bosque rastreando a Victoria.

—Ten cuidado —le pedí al amanecer anterior cuando regresó de patrullar.

Jamás admitiría en su presencia lo mal que sobrellevaba la separación. Si él lo hubiera sabido, le habría hecho sentirse fatal y no hubiera querido marcharse, incluso aunque fuera por la más necesaria de las razones.

Así que ahora tenía todo un sábado entero sin nada que hacer salvo mi turno de la mañana en la tienda de ropa Newton's Olympic para distraerme. Y claro, esa promesa tan reconfortante de Emily.

—Estaré haciendo recados en la ciudad hoy. Si me necesitas, estoy solo a quince minutos. Puedo pasar a recogerte si me necesitas.

Traducción: Puedes contar conmigo aunque Jacob y los chicos no estén aquí. Ciertamente, podía sentirme mejor con Emily que con el resto de los Quileutes, pero ninguno era Jacob.

Intenté mirarlo por el lado positivo. Después del trabajo, había hecho planes con Angela para ayudarle con sus tarjetas de graduación, de modo que estaría distraída. Y Charlie se había ido con Billy de pesca por el día, así que me convenía disfrutar de esta paz mientras durara. Alice podía pasar la noche conmigo si yo me sentía tan patética como para pedírselo. Sobreviviría.

No quería llegar a trabajar ridículamente temprano, y me tomé el desayuno masticando muy despacio cada cucharada de cereales Cheerio. Entonces, una vez que hube lavado los platos, coloqué los imanes de la heladera en una línea perfecta. Quizá estuviera desarrollando un trastorno obsesivo-compulsivo.

Eclipse - Jacob & BellaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ