Efecto Mariposa

Capítulo 4

-¿Escapar?

Él asiente, nervioso.

-Tienes que irte, Diana. Te tienen vigilada por ser la única. Pueden lastimarte.

-¿La única? - frunzo el ceño -. No entiendo nada, Doctor.

-Quisiera aclararte todo, Diana, pero si te lo dijera mi vida y la de mi familia estaría en riesgo.

Abrí la boca para preguntar por qué estarían en peligro, pero él pone las manos en mi hombros, interrumpiendome.

-No hay tiempo, Diana. Quiero que te quedes aquí, mientras yo averiguo lo qué está pasando ¿Ok?

Asiento.

Salé de la habitación y es en este momento que me doy cuenta que estoy en una habitación que nunca había visto. Una máquina muestra mi ritmo cardíaco, una intravenosa está puesta en mi brazo, y estoy vestida solo con una bata blanca.

¿Cuánto tiempo estuve dormida?

Intento levantarme pero un leve mareo me detiene. Giro mi cabeza hacia la puerta y una punzada de dolor me atraviesa la sien. Un quejido escapa de mis labios y me presionó la sien con mis dedos.

¿Pero qué carajos?

Logro incorporarme y trato de bajar de la cama.

-¡Diana! ¡¿Qué estás haciendo?! - grita el Dr. McCarty, mientras entra rápidamente en la habitación.

Con su mano me empuja suavemente hasta acostarme otra vez.

-No puedes levantarte, estás débil todavía, Diana - me reprende.

Le pongo mala cara.

-No estoy débil, me siento bien.

Me mira y niega con la cabeza, dándome a entender que no me cree nada.

-Deja la terquedad, jovencita, y mantente acostada.

Me cruzo de brazos, enfurruñada.

-No tenemos tiempo para esto - dice en voz baja masajeandose la sien con los dedos -. Tenemos hasta mañana para planear cómo vas a escapar.

Eso llama mi atención.

-¿Hasta mañana?

Él asiente.

-Mañana en el mañana será tu traslado a otro centro. No sé cómo lo haremos, pero justo en ese traslado debes escapar.

-¿No tiene ni una mínima idea?

Él niega lentamente.

-Sólo te pido que descanses y guardes energía, no sabemos que se pueda presentar.

-Está bien.

Me dedica una sonrisa a boca cerrada y se levanta para irse, pero antes de que llegue a la puerta lo detengo.

-¿Cuánto tiempo estuve dormida? - ya que no va a responder mis otras preguntas, al menos que responda esta.

Él se gira hacia mi, su mano en la manilla de la puerta.

-5 días - y dicho esto se va.

Guao, de verdad estuve muchos días dormida.

Me acomodo en la cama y trato descansar. Y aunque me toma varios minutos lo logro.

~•~•~•~•~

El Dr McCarty llegó casi de madrugada a avisarme que ya estaban preparando todo para mí traslado. No he podido estar tranquila desde entonces.