9. La Propuesta

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✨Que si✨
Parte II

-NYC, USA-

-Hace unos meses atrás-

Dormía tranquilo, aun cuando sentía una corriente de aire colarse por su costado. Con algo de trabajo, logró mover el brazo, palpando con su mano el espacio vacío a su lado y, por breves segundos, sintió su corazón hacerse pequeño ante aquella ausencia.

Pronto, sin embargo, aquel sentimiento se desvaneció cuando Olivia trepó a la cama y dejó caer su peso sobre él, a la par que suspiraba profundamente.

Era algo que sucedía cada mañana, cuando ella lo abrazaba al despertar, y lo había aprendido a apreciar cada que sucedía, y a extrañar cada que no.

-No puedo creer que sigas en la cama.- dijo ella, su voz tan suave como la brisa de la mañana.

-Me gusta dormir.- respondió él, rodeándola con sus brazos.- Más cuando duermes a mi lado.-

La joven bruja sintió como sus mejillas se calentaban e intentó zafarse del abrazo, lo cual no fue muy difícil, pues el mago la soltó más rápido de lo que hubiera querido, cayendo dormida de nuevo con rapidez.

Sentada sobre la cintura del francés, Olivia solo se dedicó a observar, mientras una sonrisa atontada aparecía en su rostro.

Su cabello estaba revuelto, aun cuando lo ataba para dormir, según él eso hacía que se enredara menos, pero cada mañana despertaba con el mismo desorden en la cabeza. Tenía ojeras bajo sus ojos, esas eran nuevas; su piel se veía suave y brillaba con la poca luz que entraba por la ventana.

Y dormía con la paz de alguien que jamás había conocido la tragedia, como si todo en su vida fuera tan brillante como su sonrisa.

Como si todo en ese momento fuera perfecto.

Era lo que ella pensaba, pero no era lo que él sentía.

-Deja de verme.- dijo Marius, somnoliento.- Me desgastas.-

Olivia soltó un gruñido que se desvaneció con su risa y el corazón del joven mago revoloteó con alegría.

Oh, cómo adoraba escucharla reír.

-Ya despierta, Mari - reclamo Olivia.- ¿Cómo puedes pensar en dormir cuando estás en la mejor ciudad del mundo?-

La bruja lo tomó de los brazos e intentó levantarlo, para su buena suerte, a ese punto era un poco improbable que Marius volviera a dormir. Así que este se sentó por su cuenta, sin abrir los ojos.

-No es la mejor - dijo el.- Solo es Nueva York.-

Olivia exclamó, tomando su pecho y lanzando su cabeza hacia atrás mientras fingía que lloraba. La bruja se dejó caer hacia atrás, siendo ahora Marius quien la sostenía por la cintura para que no cayera por completo.

-Oh, amor mío.- exclamó Olivia.- Rompes mi corazón.-

Algo en él se sintió incorrecto, lo hacía sentirse nervioso. Y, aun cuando sabía que ella bromeaba, no le detenía de sentir esa inquietud en su pecho.

¿Romper su corazón? ¿Cómo podría, siquiera, pensar en hacer algo así?

No se lo había planteado, ni siquiera podía imaginarse una vida, una situación, un momento, donde ella no estuviera presente. No importaba cómo, sabía que no podía, no quería perderla otra vez.

Hace algunos años, cuando estaba solo, los días se habían vuelto tristes y las noches insípidas. Su vida le pasaba por enfrente, y no había mucho que él quisiera hacer al respecto. Pero con ella, sus días se iluminaban y sus noches estaban llenas de risas.

Once Upon A Son [OC]Where stories live. Discover now