2. Most Joyful Days

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-Ey, esa es mía.- exclamó Olivia.- Tienes que pagarme cinco mil.-

Marius volvió su vista hacia ella y arqueó una ceja fingiendo arrogancia.

-Lo siento, mon chéri.- respondió.-Parece que tu estas en la cárcel, y yo no pienso pagarle a una criminal.-

Todos ahí guardaron silencio o, al menos, eso intentaban. Clara, Olivia y Jim observaban a Marius con confusión, mientras Toby y Darcy aguantaban la risa. Por otro lado, Mary solo se dedicaba a observar al francés con ojos de ilusión, sin decir palabra alguna.

-No creo que se juegue así.- dijo Jim.

-¿Quién dice?- preguntó Marius.

-¿El reglamento?- habló Clara.

Marius soltó una carcajada, causando que Olivia rodara los ojos.

-No lo sé.- dijo Mary de pronto.- Yo creo que Marius tiene razón.-

Clara negó con la cabeza y apretó el puente de su nariz con los dedos.

-Solo dale el maldito billete para poder seguir.- dijo Clara, con obvia irritación.

Marius suspiró, tomando su último billete y pasándolo hacia Olivia.

-Bien.- dijo.- pero sólo porque eres bonita.- dijo, guiñando un ojo en dirección a Olivia.

-Solo para que sepas.- respondió Olivia al tomar el billete.- Vas perdiendo.- dijo con seguridad, incluso cuando sus brillantes ojos la delataban.

Marius frunció el ceño y volvió la vista a su, ahora, inexistente pila de billetes de Monopoly.

-¡¿Que?! - exclamó Marius.

Clara, de pronto, soltó un gruñido de fastidio. Llevaban horas jugando y, no es como que le molestara, pero después de un rato jugar monopoly se volvía agotador.

-Hay que hacer una pausa.- dijo Clara.

-Gran idea, mademoiselle Clara.- respondió Marius.- Voy por algo de beber.-

-¡Yo voy también!- exclamó Mary al ponerse de pie.

Cruzaron la sala del departamento de Olivia y llegaron hasta la cocina, donde Marius se encargó de buscar bebidas para todos, al igual que algunos bocadillos.

-¿Así que, "Marius"?- preguntó Mary de pronto. -Es un nombre muy lindo, suena tan elegante.-

-Es un nombre muy común, en realidad.- dijo Marius, dándole la espalda, dedicado a encontrar más bocadillos.

-Olivia me dijo que estas buscando departamentos en Aracadia.- cambió de tema Mary. -En el mío hay bastante espacio, podemos compartirlo.-

Marius sintió un poco de incomodidad, pero en realidad no le molestaba tanto como creía, solo era extraño. La gente no solía ofrecer sus casas así como así.

-Merci mademoiselle.- respondió Gracias, señorita.-Pero me gustaría buscar mi propio lugar.-

Mary se acercó hasta él justo cuando Marius dio la vuelta, quedando a centímetros uno del otro.

El joven mago pronto levantó sus brazos, ambas manos sostenían bolsas de golosinas y frituras, en un intento de no tocar a la joven chica.

-¿Que harás esta noche?- preguntó ella sin retirarse. -Hay un bar increíble, tal vez podamos ir y divertirnos un poco. Hasta podría darte un tour por mi departamento.-

Marius se sonrojó, ahora si estaba incomodo, pero no quería ser grosero. A veces le molestaba mucho no saber decir que no cuando algo le incomodaba, le hacía sentir mal saber que lastimaba los sentimientos de los demás.

Once Upon A Son [OC]Where stories live. Discover now