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El encuentro de esta mañana con Daisy me había dejado pensando en ella todo el día, bueno, eso no es novedad la verdad. Desde que nos reencontramos, parece que no puedo sacarla de mi mente ni un solo segundo. Sus ojos, su sonrisa, cada gesto suyo se ha vuelto una obsesión para mí.

Estaba por entrar al evento que tendríamos esta noche, una estúpida cena de bienvenida a todas las personas nuevas que se habían integrado luego de la pandemia. Mientras caminaba hacia la entrada del lugar, intentaba prepararme mentalmente para lo que vendría. Sabía que tendría que enfrentarme a un montón de caras nuevas y a conversaciones superficiales, pero lo único que realmente quería era encontrar a Daisy y tener la oportunidad de hablar con ella.

Me abren la puerta y desabrocho mi saco. Apenas entro, puedo ver al grupo de los chicos, así que me acerco y los saludo. Ninguno tenía muchas ganas de estar ahí, especialmente teniendo en cuenta que mañana tendríamos la carrera, por lo que tampoco podíamos tomar alcohol por si la FIA decidía hacernos un doping. El ambiente estaba tenso, y yo solo quería que todo terminara pronto para poder buscar a Daisy.

Miro a mi alrededor y puedo ver a Jos Verstappen mirándome fijamente, y yo no le bajo la mirada. Él es la última persona que quiero ver en el mundo, sobre todo si tengo en cuenta cómo hizo sentir a Daisy toda la vida. Corro mi mirada de él tratando de encontrar a Day, anhelando encontrar su rostro entre la multitud y poder perderme en sus ojos una vez más.

―Hola ―saluda Max al grupo. Todos le devolvemos el saludo mientras yo muero por preguntarle por su hermana. El neerlandés se posiciona a mi lado, acercándose a mi oído.

―Deja de buscarla, George. No la hagas perder el tiempo ―susurra Max, con un tono que denota preocupación por su hermana. Me duele escuchar esas palabras, sabiendo que soy parte del motivo por el cual Daisy podría sentirse incómoda en este tipo de eventos.

―¿Yo le hago perder el tiempo? Te recuerdo que quien la sacó de su vida fuiste tú ―respondo, con un deje de amargura en mi voz. Max aprieta sus labios y murmura algo que no puedo entender, pero su expresión lo dice todo.

Localizo a Day en la barra, charlando animadamente con Charles. Los ojos de ella ya estaban sobre mí, pero los aparta cuando nota que también la miro. Charles le dice algo y ella lo golpea en el brazo intentando no reír. Me río suavemente por la cara que hace, deseando estar junto a ella y poder compartir esos momentos de complicidad como solíamos hacerlo en el pasado.

―George ―llama mi atención una voz gruesa. Volteo y veo que Toto Wolff está hablándome, interrumpiendo mis pensamientos y arrancándome de mi trance.― ¿Te parece si hablamos un segundo?

daisy's pov

Desde que soy pequeña, siempre he sentido que algo no estaba del todo bien conmigo. Siempre fui diferente, pero no de la forma en que los demás lo eran. Me gusta estar con gente, pero a la vez me agobia y necesito la soledad. Abrirme con los demás a menudo se siente como vaciarme, y el vacío me aterra más que cualquier otra cosa en este mundo. Por eso, en eventos como este, suelo quedarme apartada y buscar la compañía de alguien de confianza, como Charles.

―Vas a ojearlo ―se burla Charles mientras observo a George desde la distancia―. Oh mira, ahora te está mirando ―me da un golpe en el hombro y trato de no reírme. Saber que George me mira, y de la misma forma que hace unos años, me pone nerviosa.

―Cállate ―le pido, y él aprieta una de mis mejillas, haciendo que me sonroje un poco. Veo que Susie Wolff se acerca hacia mí caminando, y me preparo para lo que sea que venga.

―¿Me veo bien? ―le pregunto a Charles, arreglando el traje que tenía puesto.

―Decente ―dice el monegasco, escaneándome con la mirada de una manera que me hace sentir un poco incómoda.

―Charles...

―Daisy ―dice Susie, llamando mi atención. Suspiro internamente. La última vez que la vi, le prometí que me mantendría en contacto. Eso fue hace casi un año.

―Es un placer verte de nuevo ―Charles trata de escabullirse, pero lo agarro del antebrazo, evitando que lo haga.

―Lo mismo digo, linda. No esperaba verte... aquí.

El automovilismo masculino y yo nunca fuimos grandes amigos, aunque fuimos obligados a relacionarnos siempre. No es un mundo fácil para una mujer, pero he aprendido a lidiar con ello.

―Si, ya sabes. Max necesitaba una ingeniera ―suelto una risa nerviosa, tratando de romper la tensión. Charles y Susie intercambian miradas cómplices, y siento que estoy en medio de algo que no entiendo del todo.

―Eso oí, pero sabes que siempre tendrás las puertas de la Academia abiertas. Te lo he dicho ―asiento, agradecida por sus palabras, pero sintiendo una punzada de culpabilidad por estar aquí, en lugar de concentrarme en mi carrera.

―También sabes que si fuera por mí, no estarías aquí ―añade Susie, mirándome fijamente.

―Toma ―dice, tendiéndome una tarjeta con su nombre. Dudo un momento antes de tomarla, y Charles se adelanta y la toma por mí, arrancándome una sonrisa de agradecimiento a Susie―. Mantente en contacto esta vez, no solo por el trabajo.

―Lo haré ―prometo, sintiendo un nudo en la garganta ante la posibilidad de decepcionarla otra vez.

―Bien, iré a buscar a mi marido. Estaba hablando con uno de los pilotos. Está buscando 'futuras promesas', por lo que entendí ―Charles y ella comienzan a hablar y yo lo busco a Toto con la mirada. Siento el aire retenerse en mi garganta cuando veo con quién está hablando.

―¿Toto quiere contratar a George? ―pregunto interrumpiendo la conversación. Charles se pone a mirar a donde estaba mirando yo y ríe.

―Era obvio.

―Algo así me dijo ―comentó la rubia― ¿Por qué? ¿Crees que no sea buena idea?

Por alguna razón, desde que la conocí siempre me ha tenido muy en cuenta para tomar ciertas decisiones que pueden influir en grandes cosas, como ésta.

―De hecho es genial. George es un gran piloto y se ha esforzado muchísimo por llegar aquí. Sin contar con que su trayectoria... ―Charles tiende una servilleta y lo miro confundida.

―Para que te limpies la baba que se te cae ―Susie lo mira curioso y después me mira a mí.

―Le diré a Toto que lo tenga en cuenta ―dice guiñándome un ojo. Miro a mi alrededor cuando siento alguien acercándose.

―Me iré antes de que mi padre venga ―digo, excusándome, y me encamino hacia él antes de que llegue a mi amigo y a Susie.

Jos me agarra del brazo antes de que pueda llegar a ellos, y siento cómo la ansiedad comienza a apoderarse de mí. Sus palabras me hacen retroceder, recordándome todo lo que ha esperado de mí y lo que espera que siga siendo.

'No te atrevas a decepcionarme'. Cinco palabras que me han perseguido desde que tengo memoria. Cinco palabras que me han limitado y me han hecho sentir culpable desde que soy una niña.

Siento una presión en el pecho mientras él se aleja, y me doy cuenta de que todos pueden notar mi incomodidad. La ansiedad me consume, haciéndome sentir pequeña e indefensa en un mundo que siempre me ha tratado como una intrusa.

Intento calmar mi mente mientras camino hacia el baño a paso rápido. Me apoyo contra la puerta cuando estoy dentro, tratando de contener las lágrimas que amenazan con escapar. La música que estaba en primer plano pasa a un segundo plano, y todo lo que puedo escuchar es el latido acelerado de mi corazón y la voz implacable en mi cabeza.

Alguien toca la puerta, sacándome de mis pensamientos oscuros.

Te lo dije, Daisy.



holiss, cómo andan?
daisy representando la ansiedad nos representa a todos jsjsak

seven | ɢᴇᴏʀɢᴇ ʀᴜꜱꜱᴇʟʟWhere stories live. Discover now