5. La Camisa Manchada

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Los constructos sociales no son sino el producto de aplicarle una connotación cultural a un hecho biológico, creando una visión artificial –en este caso a modo de separación social que deriva en el término conocido como patriarcado– para algo que, originalmente, era indistinguible de un concepto natural. El patriarcado nace en el mismísimo seno de la cultura occidental, siendo un rasgo identificable de grandes civilizaciones tales sean como el imperio romano o la antigua Grecia, cosa que, evidentemente, derivo a la popularización de dicho sistema en toda Europa y la parte más occidental de Asia. Nacidos en un contexto social ya predeterminado, cuesta deshacerse de un estigma tan estandarizado y presente en la pirámide estamental contemporánea. Es por ello que, pese a que cambien la eras, el patriarcado jamás varia.

Piensen en una camisa blanca, una camisa que representaría la cultura humana como a conjunto general. Si la camisa se ensucia por, pongamos, diversas causas, la misma irá perdiendo su color natural y derivará hacia un nuevo color el cual, eventualmente, será completamente distinguible del blanco original. Dependiendo del tipo de mancha, su densidad y cantidad, la camisa quedará más o menos variada en el futuro. El imperio romano ha sido para la camisa lo equivalente a una mancha de vino; Un evento jamás antes visto que sometió a Europa por completo. Por mucho que tratemos de limpiar la mancha, ésta siempre permanece; es intrínseca a la nueva naturaleza de la camisa. La pregunta que me hago, sin embargo, es sobre si esta mancha estaba destinada a suceder. Resulta difícil separar la biología humana de su psique, y quizá lo que llamamos un evento fortuito en el peor contexto posible es en realidad un hecho marcado en nuestros mismos genes. Después de todo, pocos han sido los que siquiera se hayan podido acercar a la grandeza de Roma.

Sea pues que, al heredar la camisa, resulta imposible deducir su color primigenio, siendo que desde el mismo momento en el que llega a nuestras manos el color rosado de la camisa se convierte en nuestra realidad. Su naturaleza varia, y para el espectador el color puntual de la camisa es toda su verdad; La camisa no proviene de un blanco anterior, sino que parecerá que siempre fue rosada. A su vez, uno jamás puede deducir como cambiará la camisa en el futuro, por lo que tratar de hacer aproximaciones sobre este es una pérdida de tiempo. De esta manera, en cierto modo podemos diferenciar a las camisas según su color e incluso diferenciarlas, pues mientras que para unos la prenda fue abandonada por su tono albo original para tender hacia el violeta, para otros esta siempre fue rosada. La camisa, la humanidad, es la misma, pero los ojos de quienes la ven, civilizaciones perdidas en un mar de años, verán versionas tan distintas, tan naturalmente opuestas, que se las podrá catalogar como realidades opuestas.

Idea de la meditación: Las construcciones sociales no deben ser vistas como a producto artificial del ser humano al ser estas directamente dependientes de la naturaleza del hombre y variar paralelamente al crecer de las civilizaciones, siendo que lo que para unos supone un mero cambio cultural, para otros será una realidad verdaderamente existente de donde parte su ser, viviendo una existencia cuya naturaleza es completamente diferenciable de la de sus ancestros. Resulta imposible analizar el entorno socio-cultural de otra civilización, pues el humano es víctima de la sociedad, y la sociedad lo es de la esencia de nuestra psique.

Meditaciones de un Mundo ModernoWhere stories live. Discover now