Capítulo 12

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Habían transcurrido tres meses del juicio en contra de Gap Tinnasit y de Mew Ivanov. Jeff había aportado todas las pruebas que Barcode le había dado, indicando que un detective privado, del cual no quería proporcionar el nombre por seguridad, lo había ayudado a conseguir la información. Evidentemente no iba a involucrar al menor en eso. Jamás.

La defensa de los acusados poco podía hacer con toda la evidencia que los dejaba como los únicos responsables. Sabían que lo único a lo que podían aspirar era conseguir una condena corta y no la tan temida cadena perpetua.

Jeff tenía la seguridad que ganaría ese juicio, y tanta era la confianza que tenía, que incluso ya había viajado un par de fines de semana a Japón para buscar la casa en la que iba a vivir, y el edificio en donde estaría la nueva sede de su compañía. Quería irse de Tailandia para dejar de pensar tanto en Barcode. Sabía que no iba a olvidarlo, eso era imposible. Pero al menos ya no lo seguiría a escondidas solo para verlo.

Suspiró entrando a su departamento. En esos momentos sabía que la palabra patético, no lo describía, pues era mucho peor que eso. Esa tarde se había estacionado cerca de la universidad a la que Barcode había regresado para verlo durante unos segundos, solo el trayecto que el joven hacía de la puerta de la escuela al coche que ya lo esperaba estacionado en la acera. Al parecer, aunque su padre estaba en prisión preventiva en lo que duraba el juicio, seguía ejerciendo su poder en el pobre chico.

No era la primera vez que su deseo le ganaba a la razón y seguía a Barcode a algún lugar para poder verlo. ¿Cómo obtenía la información de sus salidas y de los lugares que frecuentaba? Renaud, bendito hombre que ahora solo era un buen amigo, con un novio estable, otro francés que había conocido en un evento de medicina del deporte.

- Yo sabía desde un principio que estabas interesado en Barcode - le dijo Renaud mientras hablaban por teléfono.

- ¿De verdad era muy obvio? - preguntó Jeff.

- ¡Diablos Jeff! - soltó una carcajada - ¿Recuerdas cuando rechazaste que te hiciera una mamada solo para irte corriendo al bar al que habíamos dejado a Barcode antes? - preguntó - Hubieras visto tu cara cuando le dije al pobre chico que se divirtiera y lo pasara bien -

- No seas exagerado -

- Hombre, te conozco, estabas coladito por el muchacho desde el primer instante - afirmó - desde que lo conociste no volviste a tener sexo conmigo - le dijo fingiendo enojo - y me hubiera sentido muy dolido, pero vamos, mi competencia era Barcode, el chico tailandés más guapo que he visto, incluso más que tú querido señor Satur -

- Barcode pensaba que eras mi novio -

- Lo sé - se rio el francés - lo que Barcode no sabía es que solo ibas por mí para verlo a él -

- ¿Quién te dijo eso? - preguntó Jeff indignado.

- No era necesario que lo dijeras, ibas por mí y me dejabas en mi departamento sin pasar y sin insinuar que algo pasara entre nosotros ¿Qué querías que pensara? - preguntó con burla - me usabas Jeff, pero te perdono, la causa lo ameritaba -

- Cuídalo mucho ¿De acuerdo? - de pronto el empresario cambio el tono de la conversación.

- ¿Estás seguro dejarlo aquí solo? Mira que tiene muchos pretendientes - advirtió Renaud - no hay evento en el que alguien no caiga rendido a sus pies -

- Me lo imagino - suspiró resignado - pero es lo mejor amigo, si no me voy estaré siempre tras él como un acosador y no se lo merece, ya he sido demasiado cabrón con él como para seguir molestándolo -

- ¿Y cuándo te vas? -

- La sentencia se dicta el próximo lunes - respondió Jeff - el martes sale mi vuelo -

Vendetta | JeffBarcode Where stories live. Discover now