Capítulo 16

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Los gigantes de hielo

A la mañana siguiente cuando Anne, Mary y Lucy vinieron a despertarme se sorprendieron de que ya estuviera despierta, dado que siempre rogaba por otros cinco minutos en la cama, y en realidad a mi no me sorprendió, casi no había podido dormir pensando en la tarde de ayer, me sentía fatal por mi reacción y solo esperaba que antes de que me echara, lo cual era casi seguro, me dejara pedirle perdón.

Mis doncellas no dijeron nada sobre mis terribles ojeras y mi pelo revuelto, se limitaron a vestirme, maquillarme y peinarme hasta que estuve decente otra vez.

Me sorprendí cuando ninguno de los guardias con los que me crucé de camino al comedor me dijo nada, tal vez loki se hubiera apiadado de mí y me hubiera permitido un último desayuno sabiendo lo que me gustaba la comida de este sitio.

Cuando finalmente nos sentamos todos dirigí mi mirada hacia el menor de los príncipes y le pillé mirándome fijamente, pero en cuanto él se dió cuenta de que había sido atrapado dirigió su mirada al plato.

No me dió mucho tiempo a pensar en esto porque en ese momento entró un guardia corriendo hacia la mesa principal ocupada por la familia real.

-Lamento interrumpirles el desayuno majestades, pero los gigantes de hielo nos están atacando, estamos reduciendolos y encerrandolos en las mazmorras, mas por su seguridad y la de las señoritas vamos a atrincherar el comedor

-Adelante- respondió el padre de todo

Los reyes y los príncipes se apresuraron a bajar una especie de persiana metálica, yo me levanté de un salto y me apresuré a hacer lo mismo con la ventana más cercana a mi posición, de repente entró un pelotón de guardias y cerraron las puertas del comedor desde dentro.

-Lo siento mucho señoritas, pero no se preocupen aquí estamos a salvo- dijo la reina Frigga -Pero por el momento trasladense a la parte trasera del salón por su seguridad- completó su marido

Todas obedecimos de inmediato en cuanto oímos unos ruidos muy fuertes que bien podrían haber sido disparos. Algunas estaban llorando, otras de rodillas rezando y otras teniendo un ataque de ansiedad, alguna había vomitado y dos o tres se habían desmayado.

Los príncipes y Jane Foster, la prometida del príncipe Thor, iban entre las chicas consolandolas o al menos intentándolo.

Yo me quedé con mis compañeras de habitación, ellas estaban hablando, preocupadas por el ataque, pero yo no las escuchaba, estaba demasiado ocupada mirando un punto fijo en la pared intentando no colapsar y tener un ataque de ansiedad, debía mantener la cabeza fría por si lograban entrar, estaba pensando en cuál sería la mejor manera de defenderse de un gigante de hielo cuando Loki se posicionó a la par mía, apartandome un poco de mis amigas para poder hablar en privado.

-Como tu también tengas una crisis nerviosa y te pongas a llorar te juro que me tiro del Bifrost

-Ja ja, muy gracioso, por cierto siento lo de ayer, y si me quieres echar estas en todo tu derecho y lo acepto

-No te voy a echar- contestó negando -lo he estado pensando y yo en tu situación seguramente hubiera reaccionado peor incluso

-Aún así lo siento

-Disculpas aceptadas- dijo mientras elevaba una de las comisuras de su boca para formar una media sonrisa encantadora que podría derretir Jotunheim -ahora en serio, ¿qué tal llevas todo esto?

-Sinceramente he llegado al punto en el que lo único que me impide tener un ataque es hablar contigo y antes mirar al limbo

-Vas a llorar- me preguntó con ¿miedo?

-¿Acaso te da miedo cuando las mujeres lloran?

-No me da miedo, solo me pone super incomodo y no se que hacer para que paren

-¿Te cuento un secreto? Normalmente cuando una chica llora no espera que encuentres una solución a su problema, solo que le des unas palmaditas en la espalda y le digas que todo va a salir bien

-¿De verdad?- asiento -no puede ser tan fácil

-Te lo prometo, si quieres puedes hacer la prueba

-De acuerdo, pero oye, ¿te parece si quedamos esta tarde para dar el paseo que no dimos ayer?

-Me parece perfecto

-Vale, voy a poner en marcha esa hipótesis tuya, nos vemos luego- me dió un beso en la mano burlón -querida

La SelecciónWhere stories live. Discover now