UN MUGGLE MÁS

VECINOS

-¿Qué estás haciendo aquí? Preguntó Draco con poca paciencia en la voz.

-Voy a vivir aquí desde hoy contestó Harry con una sonrisa.

-¿Por qué? Volvió a preguntar Draco con cada vez más furia en los ojos.

-Pues he escuchado que la gente aquí es muy amable y necesitaba un cambio dijo Harry como si no fuera la gran cosa; me gusta este vecindario y sobre todo me gustan los vecinos, ésto último lo dijo mirando fijamente a Draco.

-¡No creas que no me doy cuenta de los que estás haciendo Potter! Malfoy estaba sonrojado hasta las orejas.

-Que bueno que te das cuenta comentó Harry, no es un secreto, me encantan las colonias muggles y podría acostumbrarme a ésto dijo sonriente y metió la llave en la cerradura de su nueva casa.

Pasaron unas cuantas semanas, Harry llevaba una vida tranquila, en las mañanas se levantaba a correr justo a tiempo para decirle buenos días a su vecino de enfrente que salía a trabajar a la misma hora y por las tardes salía a pasear a su nueva mascota, un perro rescatado de ninguna raza en particular pero que había adquirido al pasar por un albergue para mascotas abandonadas, cuando su vecino vio al perro hizo una mueca de desprecio pero poco a poco la mascota fue ganándose el cariño del chef que ahora cuando regresaba por las tardes acostumbraba a regalarle algunas sobras de su menú.

-Se lo que haces, dijo Draco por millonésima vez cuando se "topó por casualidad" a Harry y a su perro, ¿Por qué no me dejas en paz? Los ojos de Draco se veían cansados.

-Desde que me mudé te dije que me gusta que sepas lo que hago, quiero que te des cuenta de que ésto no es una etapa, de verdad estoy feliz viviendo aquí lejos del mundo mágico, sobre todo si puedo verte todos los días, los chicos habían llegado justo a la entrada de la casa del chef, los ojos de Harry brillaban de emoción y se veía tan lindo y tan dispuesto a estar con Draco y esa fue la gota que derramó el vaso.

-Estoy cansado comentó Draco, estoy cansado de luchar en contra de lo que siento, estoy cansado de preocuparme por lo que dirán los demás, con cada frase se acercaba un poco más a Harry que tenía los ojos muy abiertos y pasaba su mirada de los labios a los ojos de Draco, pero sobretodo estoy cansado de esconder estas malditas ganas de besarte dijo el rubio a un paso de distancia de Harry.

-Maldita sea Draco contestó Harry en un susurro, si estás tan cansado de todo eso entonces bésame.

Después de eso todo fue un torbellino de frenesí y confusión Draco no pudo aguantar más y dio el último paso hacia Harry, lo tomó de las mejillas con las dos manos y empezó a besarlo, primero suave y tiernamente pero sus besos fueron escalando poco a poco hasta que se volvieron intensos y llenos de lujuria, Harry soltó un gemido profundo y largo que hizo a Draco vibrar de la cabeza a los pies, apenas y tuvieron tiempo de abrir la puerta de la casa del rubio y dejar a la mascota de Harry en la sala.

Cuando llegaron por fin a la recámara de Draco éste ya no tenia puesta la camisa ni las botas, Harry había logrado dejar sus pantalones a medio camino también, ambos sonreían y se miraban el uno al otro con anhelo y desesperación, sabiendo que debieron haber hecho todo eso meses atrás desde que se volvieron a encontrar.

Cuando todo finalizó Harry abrazó a Draco y le aseguró que todo estaría bien, el moreno había decidido hace mucho que todo lo harían al ritmo de Draco, si el chef quería una relación seria o si sólo pretendía tener sexo casual el ex auror lo aceptaría.

Al día siguiente Harry despertó para encontrar una cama vacía, estaba empezando a perder la esperanza cuando bajó a la cocina y encontró el desayuno servido en la mesa, a su perro tomando agua en un bowl improvisado y una nota de Draco...

"Harry, ya le di de comer a 'tato' no te preocupes por eso, te dejé el desayuno listo pero lo tendrás que calentar en el horno, ya sabes que no tengo magia para hacer que siga caliente hasta que decidas despertar, espero encontrarte en casa esta tarde y todas las demás, me encantaría despertar a tu lado cada mañana y escucharte roncar antes de irme a trabajar, que tengas un buen día. DRACO"

La sonrisa de Harry al terminar de leer la nota no tuvo precedente, estaba feliz porque aparentemente su vecino si pensaba en tener una relación a largo plazo con él, Harry desayunó y llevó al perro a su casa, al final de día estaba parado con flores en el umbral de la casa de Malfoy, esperando a que llegara.