Capítulo 36: Hambriento

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—Mi señora, estas tan mojado... se siente increíble sentirte en este momento. No puedo esperar hasta ya estar dentro de ti. Tu humedad incluso traspaso mis túnicas. Mojaste mi pene de tu humedad. Vaya... mi señora es muy traviesa

El cuerpo de Wei Ying había sido pellizcado, azotado y vuelvo muy sensible, no soportaba mucho la burla de su esposo. Sabía bien que la condición bajo el sería un desastre, sin embargo, no espero saber ese hecho de que había mojado el regazo de su esposo. De alguna manera esto lo hizo sentir verdaderamente caliente. Solo quería que lo presionara fuertemente y lo penetrara hasta dejar lo lleno. Tener a ese grueso pilar pinchándole el trasero era un recuerdo constante que dentro de poco ese pilar estaría dentro suyo

Wen Ruohan sabía que el cuerpo de Wei Ying estaba en su límite, aun así quiso burlarse un poco más —Justo aquí...— su dedo toco ese lugar lleno de nervios, haciendo remover el cuerpo de su esposa —Este lugar esta succionándome ¡Ah! Esposa ... ¿Realmente me deseas? ¿Me quieres aquí? ¿Mh? ¿Quieres que, entre tan profundo de ti, hasta llenarte por completo?

Wei Ying estaba soltando lágrimas en sus ojos, gimiendo y lloriqueando por el estimulo en su cereza —¡Ahg! Esposo ¡Si! ¡Si! Lo deseo tanto... ¡Ahg! Quiero que entres en mi ¡Rápido! ¡Rápido!

El Líder estaba disfrutando mucho el momento, sus dedos se movieron mucho más rápidos sin dejarle un tiempo de poder respirar a ese cuerpo tembloroso que estaba sentado sobre él. De pronto a el Líder se acordó que tenía trabajo que hacer...

—Esposa, lee esa carta por mi

Al escuchar esto Wei Ying abrió sus ojos, por un momento creyó que lo que escucho no fue real, pero vio que su esposo miraba fijamente ese pedazo de papel sobre el escritorio, y supo que no era ninguna imaginación suya, y que su esposo estaba hablando totalmente enserio

—Esposo... no esperaras que yo...

Wen Ruohan sonrió con suficiencia. En ningún momento la mano del Líder se detuvo, seguía entrando y saliendo por aquella estrecha cavidad donde salían ruidos realmente obscenos

—Léela

—Esposo... esto es ¡Ahg! Pero... ¡Ahg! Solo más despacio... ¡Despacio!

Una seria de sonidos dulces salieron de la boca de Madame Wen hasta que finalmente Wen Ruohan bajo el ritmo —No lo repetiré nuevamente esposa. Tengo mucho trabajo, y tengo mis manos húmedas cariño... ayuda a este Líder

Wei Ying maldijo diez veces a los que escribieron tantas cartas

Tratar de concentrarse en lo que lees mientras tienes a una bestia en celo detrás de ti, es lo más difícil que hizo Wei Ying, ni siquiera podía comparar esa dificultad con algo.

Ni siquiera podía ver bien, sus ojos se empañaban con las lágrimas dificultando la lectura, y cada que cometía un error su esposo le castigaba, tomaba su pilar de la base y lo apretaba, haciéndole jadear y retorcerse en su regazo. El propio pilar de Wei Ying estaba enrojecido por el cruel trato, la punta hace mucho estaba empapada, casi escurriendo de su semilla, sus venas estaban palpitando tortuosamente, pero Wen Ruohan no se compadeció.

Un total de cuatro cartas se habían leído hasta el momento.

Wei Ying no se había podido correr ninguna vez.

Cada vez que sentía los espasmos y el fuerte tirón en su vientre, Wen Ruohan se detenía su mano impidiéndole venirse.

Y cada vez Wei Ying chillaba y se quejaba

—Esposo ¡Rápido! ¡Solo déjame venirme! ¡Ahg! Quiero venirme

—¡Tan necesitado! Mi esposa es realmente encantadora... Tan bonita. Mira tú pene, estas tan duro...

El sol de QishanWen☀️Where stories live. Discover now