No te asustes, nena.

12K 358 10
                                    

 
Me dirijo a la habitación de ________, el lugar donde ella se ha quedado durante la última media hora.

Tampoco la he escuchado moverse o hablar, aunque estuve permanentemente pendiente, por si ella salía de allí. 

-¿________, preciosa? -llamo, dando leves golpecitos con mis nudillos en la puerta de su habitación. 

Estoy haciendo malabares para poder sujetar la bandeja que llevo, sin derramar nada. Ella no contesta, aunque yo sé que ella está aquí. Pruebo otra vez a llamar. 

-¿________? Sé qué éstas ahí. -advierto. 

-¿¡Qué!? -grita, azotando la puerta con violencia hacia un lado, dejándome una, para nada agradable visión de ella misma.

Tiene los ojos rojos, las mejillas húmedas, los labios estampados por lágrimas secas y restos de rímel se extienden por sus pómulos. 
Ella ha estado llorando, por mí. 

-¿¡Qué jodidos quieres!? -suelta con la voz ronca. 

Sus pupilas se han dilatado y ahora me mira con ferocidad. Mi chica puede ser agresiva. 

-Yo, ________... te traigo comida...-intento con la excusa, pero me veo interrumpido por ella.

-¿¡Por qué!? -me acusa, con un delgado dedo índice contra mi pecho. 

Yo la miro estupefacto, buscando alguna evidencia sobre lo que ella podría estar pensando. 

-¿Por qué, qué, ________? -ascarbo yo. 

Ella me agarra el brazo con agresividad y me hace entrar en la habitación, después cierra la puerta con la misma intensidad que lo ha hecho antes. Me empuja al suelo con ferocidad y se para frente a mí, repiqueteando sus pies sobre la moqueta.
Dejo la bandeja apresuradamente sobre la cama, a mí lado. 

-¿Cómo que por qué?, ¿tienes el cinismo de preguntarmelo? -espeta con veneno. 

Se deja caer en el suelo, junto a mi pero aun asi guardando un poco de distancia; recoge su gacha cabeza entre sus palmas y la siento llorar.

Veo sus lágrimas caer de entre sus dedos. Alargo mi mano hacia ella, mas ella me hace retroceder con una negación silenciosa. Suspire pesadamente y dice:

-Cuando tenía diecisiete años y te vi por primera vez; pensé que eras guapo, como un principe de ensueños. Cuando me preguntaste cuál era mi nombre y me sonreiste; me jodiste la vida, Justin Bieber. Me llevaste al infierno... Después me enteré de que tenías novia; Blair. Quise morirme. Quise arrancarme el corazón y enviartelo por correo, para que vieras lo que nos habías echo, a él y a mí. Tu prima me encontró en el baño, estuve a punto de quitarme la vida. No solo una vez, sino varias, a lo largo de los tres primeros años después de conocerte. Acabé en el hospital incontables veces. Lissa lo sabía, lo descubrió una de la primeras veces que lo hice, y amenazo con contarte. Me dijo que si no paraba con aquella espiral de autodestruccion, acudiría a ti, y te soltaría toda la mierda sobre mí y lo que me estaba haciendo. Y le creí. Dejé de hacerlo durante un tiempo. Hasta que descubrí el echo de que estabas saliendo con otra chica; una tal Brooke. Lo hice, de nuevo, mientras Lissa viajó para una reunión familiar en Boston. Tengo más marcas de la que podría contar con los dedos.

Cada palabra que dice se clava en mi corazón como una daga. Penetran tan undo en mí.
Nunca imaginé qué estuviera así por esto.
Nunca imagine qué ella hubiera estado así por mí.
Nunca se me pasó por la cabeza el qué ella pudiera haber estado enamorada de mí.
Ni qué se hubiera auto infringido daño, por mí.
Un autoretrato me viene a la mente como un flash. Las pulseras. Antes nunca llevaba pulseras. Veo sus brazos en un autoreflejo.

¿Es por eso?
¿Para ocultar los cortes?
La respuesta llega a mi sin la necesidad de que ella me la diga. Los cortes que yo había causado. 

-¿Para eso son tus pulseras, para ocultar las marcas? -murmuro ausente. 

Ella levanta la cabeza, dándome unos ojitos tristes y descoloridos. Asiente. Mierda. 

-¿Por qué, ________? -pregunto con suavidad, buscando la sinceridad en sus palabras. 

-Porque te amaba, porque me dolía saber que no me pertenecias. Que no era yo la que tenia tu amor. Cuando las besabas; quería ser ellas, cuando te reías de algo que ellas decían; deseaba poder ser yo la que provocara tu risa; cuando cogías sus manos; ansiaba cambiarme por ellas, Justin. Fui una estúpida. Me imaginaba un futuro junto a ti. Anillos, bodas, vestidos, niños. Tú y yo. Incluso llegué a pensar que podrían volverse realidad. A pesar de saber qué no eras un tipo de corazones y flores. A pesar de que eres algo inalcanzable. Mírame. ¿Cómo podría alguien creer que tú estarías enamorado de mí? ¿O qué al menos podría gustarte? Es una tontería. -lloriquea. 

No, nena. ¿No te das cuenta? Yo te quiero, te amo. 

-¿Crees qué las quise?, ¿a alguna de ellas? -pregunto, aunque no busco una respuesta. -No, nunca. Ellas no valieron nada. Solo fueron una distracción. Una jodida distracción. ¡Jodida Mierda!, ________!, ¿cómo es qué nunca te diste cuenta? ¿Cómo? -mi tono de voz sube notablemente, la veo estremecerse. 
Me hace sentir mal, muy mal. Yo no quiero que ella se asuste de mí. 

>

N/M: Primero que nada, agradezcanle que tienen capitulo a Guamira.(te loviu, aunque no me acuerdo si tu nombre era asi )(un corazongay para ti) (♥) Yo no iba a subir hasta en una semana. *equisde*
Hay sigo, esperen un momento. Esta interesante 0_0

Tu hombre esta aqui, nena.Where stories live. Discover now