Parte 98

118 8 0
                                    

#98

El Archiduque la llamó por su nombre de pila.

Cómo lo sabes

Actualmente estoy en forma de Lariette.

Ariel miró hacia abajo para comprobarlo, por si acaso, pero el pelo que le caía por el pecho era claramente rubio platino.

Sin embargo, antes de que Ariel pudiera deshacerse de su vergüenza, el Archiduque Sayard se acercó en un mes.

Se arrodilló y la sujetó por el hombro.

Como si temiera que pudiera huir.

La sostuve fuerte.

Ariel miró hacia arriba y vio al archiduque Sayard.

Los temblorosos ojos negros escaneaban cada rincón de su rostro.

Con los labios ligeramente entreabiertos y una expresión desconcertada, como si no pudiera creer este momento.

Pero aun así, no la soltó.

Ariel mantuvo la boca cerrada.

De repente, nunca imaginé que me lo encontraría así.

En ese momento, los labios del Archiduque Sayard se abrieron.

"... ... ¿eres realmente tú? estoy loco tú... ... verás Ariel, tocarte. tú... ... ."

Se quedó sin habla con una voz temblorosa. Parecía que estaba sorprendido por la increíble realidad.

Ariel miró sus ojos rojos.

no decir nada

Una sola lágrima rodó por su hermoso rostro.

Abrió y cerró los ojos con fuerza.

"Es como esto. tienes frente a mi ahora... ... tú... ... ."

"... ... ."

Las lágrimas brotaron de sus ojos. Al mismo tiempo, la abrazó con fuerza.

Podía sentir el sonido de su corazón latiendo.

No sé cómo me reconoció, pero parecía seguro que me había atrapado.

En ese momento, una voz mezclada con un intenso anhelo y emociones abrumadoras resonó en sus oídos.

"... ... Si estuvieras vivo, no sería un sueño. No, no importa si es un sueño. nunca se romperá por siempre contigo... ... estaremos juntos Ariel, Ariel... ... ."

Su corazón desesperado fue sentido por ella también.

Pero Ariel no podía compadecerse de esa tristeza.

Para ser preciso, no quería empatizar.

Ella sólo quería salir de este abrazo sofocante.

No quería ver ni escuchar más de sus lágrimas.

Ariel movió su cuerpo rígido como una estatua de piedra y lo empujó con todas sus fuerzas.

"Por favor déjalo ir. Es desagradable.

Empujado a un lado, se detuvo y la miró fijamente.

"... ... ¿Ariel?

Había un temblor en sus palabras lentas. Las yemas de sus dedos también temblaban.

En ese momento, Ariel me vino a la mente.

La prometida murió y el archiduque Sayard se volvió loco. Decían que se encerraban en el norte y vivían como muertos... ... .'

--Ya no qui3ro r3cordart3--जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें