disculpas, cena y de regreso a casa

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PARTE ⅓

La expresión de Daniela cambió drásticamente tras oír las palabras que acababa de decir María José. Había leído su diario. Algo que es privado. Algo que guardaba los más lindos y dolorosos recuerdos de la castaña. Algo que le había servido de aprendizaje, pero a la vez, no quería volver a recordar. Y menos, que María José, quién fue mencionada en la mayoría de hojas, lo leyera.

Una gran confusión pasaba por su cabeza y por su pecho en ese momento. Por unos segundos, se olvidó de cómo se respiraba. Soltó levemente su agarre de la cintura de poché y le vinieron mil dudas en la cabeza mezclada con cierta rabia y vergüenza. No sabía que tanto había leído poché. Probablemente todo. Pero no podía preguntarle, no le salían las palabras.

María José se dió cuenta de su cambio de actitud y se arrepintió de haber hablado. Pero sabía, que si lo que ella quería que pasara realmente sucediera no podía evitar esa conversación con la castaña. Tenía mil cosas que decir y mil dudas que preguntar, pero a ella tampoco le salían las palabras. Quitó las manos de la castaña sobre su cintura y las sujetó con fuerza tratando de que no se alejara.

-Lo lamento -habló con la voz entrecortada del miedo y la culpa que le habían venido al pecho y a la mente. Sabía, sabía que no debía haberlo hecho. Sabía que era su privacidad. Y sabía que no quería ocultarle nada a la castaña. Si hablarían, sería capaz de decirle todos sus sentimientos, de sincerarse con ella y con sus miedos- Estaba revisando tu habitación y se cayó... Yo.. vi mi nombre escrito. Sé que estuvo mal. Lo siento. Es que quería saber. Por un momento creí que podría haber sido una canción nueva o la que cantaste en mi cumpleaños... Y lo leí. Tampoco me justifico. Entiendo y admiro que lo hice estuvo mal. En verdad, perdón..

Se creó un silencio entre ambas. Cada una con sus dudas, sus miedos, y la inquietud de lo que diría la otra. Pero ninguna de las dos quería irse. Ninguna de las dos quería alejarse. Ninguna quería que esa noche terminara.

Daniela soltó todo el aire que había contenido desde que poché empezó a hablar. Había hecho algo malo y lo sabía. Se había disculpado y lo entendía. Pero por más que le haya molestado y asustado su confesión, sabía que no era capaz de molestarse con poché.

Sostuvo nuevamente su agarre en la cintura de María José y volvió a escuchar la música a su alrededor. No arruinaría este viaje.

-No debiste ver algo tan privado como lo es un diario de vida. -maria José bajó la mirada de manera apenada y Daniela volvió a hablar rápidamente para no hacer sentir a poché más culpable de lo que ya debería estar.- Pero no puedo enojarme con un pitufo tan bonito.

Maria José, sorprendida por las palabras de Daniela sonrió ante lo que escuchaba.

-lo sien-

-Cállate. -la interrumpió antes de poder hablar. -Te quiero pitufito -calle rodeó a poche con sus brazos a la vez que apoyaba su mentón sobre la cabeza de poché, formando un tierno abrazo. Maria José sonrió al percibir el olor de la castaña. -Pero eres un pitufo malo.

-oye, que un error lo comete cualquiera....

-¿Qué tanto leíste?- soltó Daniela luego de dudarlo un poco.

-no mucho... Qué querías ser cantante... Que yo había visto algo en ti. Algo que tal vez no era tan imposible.

mi pitufito♡ [caché]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt