Dieciséis

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Narra Dolores.

Escuchaba los chismes en el pueblo. Casi todos estaban relacionados sobre la relación de Mirabel e Isabela: comentarios, insultos... Era lo que más se escuchaba por el pueblo.


Mi hermano Camilo, Luisa y Antonio habían salido a buscar a Mirabel e Isabela por las afueras del pueblo.

Pero volvieron con las manos vacías.

Tía Julieta empezó a desesperarse. Mi madre lloraba y eso generaba fuertes tormentas en el pueblo, la gente se encerraba en casa y no salía debido a aquello.

Nadie se atrevía.

En ese momento sentí como alguien me agarraba de la cintura. Era Mariano.

- Cariño, ¿Te encuentras bien?

- Es solo que estoy un poco preocupada por mis primas.

- ¿Quieres hablar de ello?

Asentí y nos acostamos en la cama. Le conté a mi esposo absolutamente todo: mis temores, lo que escuchaba por el pueblo y por supuesto, la visión que había visto.

Mariano me acariciaba diciéndome cosas bonitas y besándome.

Narra Guillermo

Me encontraba molesto, mi prometida me había rechazado, no sólo eso sí no que además tenía un noviazgo con su hermana.

Me enteré porque la matriarca de la familia Madrigal vino a nuestra casa y nos lo dijo todo. Había desterrado a Isabela del encanto.

Pero no por mucho.

Tengo un plan infalible que hará que Isabela se enamoré de mi.

Agarré un corcel. Rápidamente me dirigí hacia las afueras del encanto.

- Te encontraré Isabela y serás solo mía - dije en voz alta -. Pero antes tengo que deshacerme de Mirabel, para que podamos estar los dos juntos para siempre.

Le indique a mi caballo que corriera más deprisa, el sol se estaba poniendo y estábamos en medio de la selva.

Encontré la aldea y pedí refugio. Ya en la habitación que me asignaron pensé en cómo deshacerme de Mirabel, pero antes tengo que encontrar a Isabela.

A la mañana siguiente aproveché para investigar el pueblo. Estaba en el mercado, ya he dado tres vueltas y nada.

<< Es imposible que Isabela este en este pueblucho>> pensé con muchísima desesperación.

Me iba a ir, cuando note una cabellera familiar. Me acerqué con cuidado y pude notar a Isabela junto con Mirabel.

<<Era más que obvio que Mirabel también estaría>> pensé con odio.

Pude notar como me miraban y después se iban.

Mi plan maestro ya puede comenzar.

Narra Isabela.

Cuando vimos a Guillermo, Mirabel y yo nos fuimos del lugar. Estaba preocupada, seguramente no trama nada bueno.

Esta será nuestra última noche en el pueblo.

Eres mi florWhere stories live. Discover now