Narra Mirabel.
Después de hablar con mamá y papá, fui directamente a la habitación de Isabela para decirle. Iba corriendo pero Dolores me paró.
- Mirabel, necesito decirte algo con urgencia - dijo ella.
- ¿Qué pasó con Isabela? - pregunté ahora preocupada.
- Abuela la regaño y la exilió del Encanto, aparte ya todo el pueblo sabe que sois pareja - me dijo.
Narra Isabela.
Abuela si que se ha pasado antes. Me empezó a reprochar el hecho de que Mirabel y yo hicimos el amor la noche anterior. Intenté explicar pero solo logré hacerla enojar demasiadas veces.
La discusión terminó cuando agarró una mochila y la ordeno que la llenará porque estaba exiliada del Encanto.
Aproveché y pase por delante de la cocina y le robe a mamá unas arepas por sí las moscas.
Llegué a las afueras del Encanto, donde mi don empezaba a volverse inútil, seguí caminando hasta que callo la noche, para mi buena suerte encontré una aldea no muy lejos.
Corrí rápidamente hacia allí. En la aldea mucha gente empezaba a retirarse a sus hogares, apenas habían personas paseando por la plaza, me encontraba de vez en cuando a algunos hombres tomando en algún bar. Iba caminando tranquilamente cuando choque con una chica.
- Perdón, no vi por donde iba - se disculpó la chica.
- No te preocupes - le dije.
Ella estaba a punto de irse y decidí preguntarle si podría quedarme en su casa.
- Disculpa... he tenido algunos problemitas y me preguntaba si me dejarías pasar la noche en tu casa... Si no es molestia, claro - dije un tanto nerviosa.
Ella lo pensó por un rato y asintió con la cabeza, me hizo una seña para que lo siguiera y comenzamos a caminar, en silencio.
- Por cierto, mi nombre es Lucía - habló ella.
Su nombre me recordaba muchísimo a mi hermana Luisa.
- Yo soy Isabela.
Llegamos a una casa, era pequeña pero parecía acogedora cuando ella abrió la puerta dos niños de entre cinco y seis años se abalanzaron contra la chica, tirándola al suelo.
- ¡Hermanita! - dijeron mientras la abrazaba.
De una habitación salió una mujer, que me recordaba a muchísimo a la Tía Pepa, sobretodo por el color del cabello.
- Hija, me alegra verte - dijo la mujer mientras saludaba a su hija y luego fijo la vista en mí - ¿Quién es ella?.
- Ella es Isabela, ha tenido algunos problemas en su casa, pasará la noche aquí.
- Es un gusto conocerla - dije mientras estrechaba la mano con la mujer.
- Igualmente, querida.
Me ofrecieron una habitación para que pudiera descansar y relajarme. Dejé la mochila y me acosté en la cama.
<<¿Qué estará haciendo Mirabel?>> Pensé con tristeza.
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Eres mi flor
FanfictionMeses después de lo sucedido con la vela, Mirabel intenta pasar más tiempo con su hermana mayor al mismo tiempo que un hombre del pueblo empieza a cortejarla. ¿Quién ganará?