Eres mi flor

Doce

Narra Isabela.

- ¿Por qué rechazas a mi hijo? ¡Creí que estabas enamorada de él! - me replicó su padre.

- Señor yo solo veo a su hijo como a un amigo no como otra cosa - les dije.

Mi madre se interpuso en la conversación:

- Señores, mi hija no está enamorada de su hijo, si hijo quería tener una relación con ella no va a ser posible.

Lo que dijo me dejó sorprendida, los padres de Guillermo se retiraron, seguramente para hablar con él. La gente empezó a retirarse poco a poco, vi a Mirabel despidiendo a los niños de siempre:

- Gracias por haber venido - le dijo mi novia amablemente a los niños.

- Mirabel, ¿Por qué isa rechazo a Guillermo? - le dijo un niño.

Mirabel y yo nos miramos y ella simplemente dijo:

- Son cosas de adultos. Mañana os veo.

Los niños se fueron a casa con sus padres. Antonio había subido a su habitación acompañado por Camilo, tía Peppa y Tío Félix habían subido a su habitación, al igual que Dolores y Mariano. Mis padres fueron a hablar con abuela en privado. Solo quedábamos Mirabel y yo.

- ¿Así que Guillermo te propuso matrimonio? - me preguntó Mirabel mientras me rodeaba con sus brazos.

- ¿No estarás celosa? -le dije mientras sonreía.

Pude ver cómo miraba hacia otro lado, la había pillado.

- No te preocupes, yo solo lo veo como a un amigo - le asegure mientras le besaba la mejilla.

Nos besamos con más pasión de la habitual y nos fuimos a mí habitación mientras seguíamos besándonos.

Narra Guillermo.

Mi hermana me acaba de decir que me tranquilizara. ¡Es imposible! Isabela me acaba de humillar frente a todo el todo pueblo.

-Hermano, busca a otra chica y enamorala. Pero, olvídate de Isabela -me dijo mi hermana.

No hay otra mujer que se compare con Isabela Madrigal, ella tiene que estar conmigo.

Me encerré en mi cuarto y tiré un puñetazo a una pared.

<<Lo siento solo te veo como a un amigo>>

Esa estúpida frase se repetía una y otra vez en mi cabeza.

Narra Isabela.

A la mañana siguiente, me desperté totalmente desnuda junto con Mirabel en la cama. Las ropas estaban tiradas por el suelo de la habitación, iba a levantarme para recoger mi ropa cuando la puerta se abrió.

-Isa, cariño. Porfa, ve a colocar...

Mamá me miró, sorprendida pero después su rostro paso de sorpresa a enojo.

Definitivamente esto no puede ir a peor.