CAPITULO 19

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Abro los ojos y todo me da vueltas.

Estoy en una habitación diferente a las que he estado, miro para todos lados y me doy cuenta de que estoy en una cama y no se dónde diablos estoy.

_¿Roger?.

Llamo pero nadie me responde.

La cabeza me duele y tengo pequeños fragmentos en mi memoria, recuerdo que estaba en el jet y luego alguien gritó "Aterrizaje de emergencia".

Si estoy aquí significa que estoy viva pero ¿Dónde está Roger?.

_¿Roger?.

Lo vuelvo a llamar está vez un poco más alto y nadie me responde.

Me levanto de la cama y veo que sigo con la misma ropa, camino hasta estar cerca de la puerta y pongo mi oído tratando de escuchar algo pero no hay nada.

Pongo las manos en la perilla y mi cuerpo se relaja cuando cede, abro la puerta y lo primero que hago es mirar donde estoy, hay un pasillo largo y varias puertas que conducen no se dónde.

Hacia el lado izquierdo no hay nada más que una pared así que sin dudas la salida es hacia la derecha.

Camino un poco y paro en seco cuando escucho unos pasos, definitivamente son unos tacones y me quedo en una esquina presa del susto, no se dónde estoy y no se con que clase de personas me voy a encontrar.

Una cara conocida pasa por mi lado y mi instinto se activa saltando encima de la chica.

_¿¡Que me hiciste maldita perra!?.

La chica se asusta y ambas caemos al piso, yo con mis manos al rededor de su cuello sin dejarla respirar.

_¿Dónde está Roger?¿Por qué diablos me drogaste?.

Le sigo apretando el cuello con todas mis fuerzas queriendo el escuchar ese crujido de un hueso roto.

_Creo que no te responderá si la estás matando.

Esa voz.

Suelto a la azafata que se levanta inmediatamente respirando agitado sin dejar de mirarme.

Me levanto del piso y enfrento una realidad llamada Reynolds Fray.

_¿Que haces tu aquí?.

_Tratando de que no mates a mi gente.

_¿Cómo llegué aquí?¿Que pasó?¿Y dónde está Roger?.

_Abra tiempo para explicar todo.

Se va dejándome con la chica que me mira asustada.

_Lo siento yo... Maldición casi te estrangulo.

_No te preocupes, lamento haberle puesto eso a tu bebida, fueron órdenes del rey.

_El rey, el rey, maldito desquiciado.

_Roger está bien y apuesto a que en estos momentos debería de estar buscándote.

_¿Que pasó?.

_Pues el rey envío algunas personas a sabotear el jet privado, les hicieron creer que era un fallo y que tenían que aterrizar de emergencia y pues si aterrizaron y ahora estás aquí, el jet está en perfectas condiciones.

_¿Y Roger?.

_Supongo que está en su casa.

_¿Por qué hizo eso?.

_Esa pregunta no te la puedo responder ya que no sé la razón.

No sé la razón de esto.

_Eso se llama secuestro.

_No para el rey, desde ahora te digo que estás bajo sus ojos y que no te dejará escapar.

Genial otro psicópata.

.
.
Cuando mi hermano y yo éramos pequeños nadie podía separarnos, nisiquiera mi mamá.

Dormíamos juntos y como yo era más pequeña que el, el sueño siempre me ganaba y el se atrevía a despertarme solamente para no quedarse solo.

Me decía que conmigo se sentía bien ya que en la escuela los niños se reían de él por tener el cabello englobado, osea le cubría sus ojos.

Cuando llegaba de la escuela y se sentaba en una esquina con la cabeza baja yo le alzaba el cabello para mirar sus ojos, siempre los veía rojos así que le daba un abrazo y le decía lo hermoso que era su cabello.

En realidad me gustaba mucho ya que siempre le hacía dos colitas y se veía tierno.

Con el pasar de los años empezamos a cambiar y dejaron de burlarse de él por qué el mismo tomó unas tijeras y se arruinó todo el cabello.

Lloré por qué no me gustaba verlo sin el, sentía que no era mi hermano pero luego aprendí que así sería la vida y que no siempre todo sería como quisiéramos.

Miro a la nada nuevamente recordando los pequeños y alegres momentos que viví junto a mi hermano, pasar casi tres meses sin escuchar su voz me pone el corazón en dos pedazos.

Escucho que tocan la puerta para luego ser abierta.

Reynolds está parado detrás de ella y con la mirada le pido una explicación que no tarda en llegar.

_Luz me contó la razón de tu boda inesperada.

Cierra la puerta y se sienta en los sillones que quedan frente a la cama.

_Genial.

_¿Por qué no me dijiste que tenías problemas?.

_Mis problemas son cosas mías y las personas de fuera no tienen que estar involucradas.

_Yo si, tus problemas también son los míos desde el primer día en que te vi.

_Eso suena muy halagador y también acosador.

_No soy un acosador.

_Nunca dije que lo fueras pero no me quedan dudas, ¿Por qué hiciste todo esto?.

_Tu felicidad me mantiene a raya.

_¿Felicidad?.

_No me gusta verte con lágrimas.

No logro articular palabras por unos segundos.

_¿Mi madre sabe de esto?.

_No sabía, tu... Esposo ya le avisó todo.

_¿Cómo sabes?.

_La casa de tu madre está protegida de arriba abajo, más de quince hombres la cuidan día y noche.

_¿Ella lo sabe?.

_Nadie más que tú.

_¿Por qué haces esto?.

_Tu madre estará a salvo por el resto de su vida, tu... Esposo no la tocará y si lo hace lo dejaré sin piel en los dedos y arrancaré sus uñas.

Quiero ver la chispa de burla en sus ojos pero no hay nada. Se que habla enserio.

_Gracias por proteger a mi madre, ella y mi hermano son las únicas familias que me quedan.

_Lo se.

_¿Cómo?.

_Hay muchas cosas que se de ti Sarahí Adams.

Es lo último que dice antes de irse.

El Rey Mafioso Where stories live. Discover now